La Comisión Europea presentó el 8 de marzo una serie de propuestas dirigidas a reducir en dos tercios las importaciones de gas ruso de la Unión Europea a partir de este mismo año. Para lograrlo planteó dos grandes ideas: diversificar las fuentes de suministro y desarrollar las energías renovables, entre ellas el biogás.
Bruselas propone elevar la producción comunitaria de biometano a 35.000 millones de m3 de aquí a 2030, frente al objetivo fijado hasta hora de llegar a 17.000 millones para ese año, con la ayuda de fuentes de biomasa sostenibles, tales como los desechos y residuos agrícolas.
En su Comunicación, la Comisión constata que las empresas, en particular las industrias con un fuerte consumo de energía (como las que producen abonos), así como el sector agroalimentario, afrontan costes de producción elevados. «Y está claro que se producirá una subida de los precios de los alimentos«, añadió su vicepresidente, Frans Timmermans. Este espera, no obstante, que se alcancen soluciones comunes a escala comunitaria, como sucedió durante la pandemia de Covid-19.
La Comisión Europea tiene previsto presentar el 23 de marzo una Comunicación sobre la seguridad alimentaria en la que podrían incluirse respuestas.