Aunque se ha evitado el peor escenario (que hubiera sido la salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo), el Brexit supondrá unos costes adicionales para el sector europeo de frutas y hortalizas de unos 55 millones de euros. Ese es el cálculo realizado por Freshfel Europa, la asociación que agrupa a operadores de la cadena de frutas y hortalizas de la UE, principalmente importadores, exportadores y distribuidores.
La asociación está haciendo un seguimiento estrecho del impacto de la salida del Reino Unido de la UE en estas primeras semanas y estima que el coste anual adicional de la misma rondará los 55 millones de euros para este sector.
Subraya que el Acuerdo de Comercio y Cooperación alcanzado entre ambas partes permite unos intercambios libres de contingentes y aranceles, garantizando la posición competitiva de los exportadores comunitarios en ese mercado y un abastecimiento adecuado de productos frescos a los consumidores británicos. Añade que la introducción gradual de controles por parte del Reino Unido también ayuda al sector a adaptarse a las nuevas inspecciones aduaneras y fitosanitarias. Esto ha evitado, dice, una situación de caos y de largas colas en la frontera que habrían afectado a la calidad de productos perecederos.
Sin embargo, el sector tiene que afrontar costes adicionales significativos derivados de los nuevos procedimientos, inspecciones y burocracia. Las exportaciones de la UE todavía tienen dificultades para adaptarse a las nuevas prácticas y requisitos, por ejemplo en relación con las reglas de origen para exportar y reexportar al Reino Unido. La asociación teme que el verdadero impacto para este sector todavía está por llegar, cuando los intercambios se intensifiquen y cuando se introduzcan, en abril y julio, el sistema de certificados sanitarios y fitosanitarios y los controles al 100%.
De acuerdo con los datos de esta asociación, la UE-27 exporta en torno a 3,2 millones de toneladas de frutas y hortalizas frescas al Reino Unido cada año, lo que cubre el 40% de la demanda de ese país. El coste adicional de exportar a este mercado tras el Brexit ronda los 400 euros por camión, una cifra que abarca conceptos aduaneros diversos, lo que lleva al cálculo anual de 55 millones de euros que, en última instancia, terminarán pagando los consumidores británicos.
Certificado fitosanitario a partir de abril
A partir de abril, se exigirá un certificado fitosanitario a la mayoría de las frutas y hortalizas frescas para acceder al mercado británico. Freshfel señala que en algunos Estados miembros se tarda 48 horas en obtenerlo, por lo que teme que la agilidad en los envíos se vea mermada.
En julio, además, se introducirán los procedimientos de control completos. De cara a esos meses, la asociación pide agilidad a los Estados miembros en los procesos administrativos y transparencia al Reino Unido en cuanto a sus exigencias; instan también a las autoridades británicas a que, a la hora de realizar controles físicos, tengan en cuenta el bajo riesgo fitosanitario que presentan los productos comunitarios.
Por otro lado, sugiere la creación de “corredores verdes” para un acceso más rápido de estas mercancías perecederas y el establecimiento de canales rápidos de transmisión para certificados fitosanitarios y de otro tipo.