“La decisión tomada por Reino Unido para abandonar la Unión Europea (Brexit) puede suponer un impacto significativo para la industria agroalimentaria española, sobre todo en el medio y largo plazo.
Las compañías del sector que exportan a Reino Unido podrían experimentar una reducción de sus ingresos, de su volumen de exportaciones y de sus márgenes, entre otros efectos”.
Estas son las conclusiones de un primer análisis de la consultora KPMG sobre las consecuencias que podría tener el Brexit para las empresas agroalimentarias españolas.
En su informe “Alimentación y bebidas: tendencias 2016” enumera esos efectos. Señala que la debilidad de la libra provocará una pérdida de poder adquisitivo de los consumidores británicos respecto a las importaciones y, con ello, una disminución del consumo de alimentos importados.
El establecimiento de aranceles en las fronteras británicas obligará a las empresas que quieran seguir manteniendo un cierto volumen de ventas a ese país a reducir sus márgenes.
Por otro lado, las dificultades para acceder al mercado británico podrían llevar a otros países exportadores a dirigir sus esfuerzos al mercado español, incrementando la presión en nuestro mercado interno.
Además, cabe esperar cambios en las condiciones comerciales que tengan las empresas españolas con sus socios de Reino Unido. Asimismo, la adaptación a una nueva regulación en el mercado británico podría implicar la obtención de licencias o el cumplimiento de nuevos estándares, así como cambios en las cargas fiscales.
Según la consultora, “esta nueva situación requiere, sin lugar a dudas, que las empresas españolas cuantifiquen el impacto directo e individual que tendrá en sus cuentas de resultados y concretar planes de actuación según las diferentes hipótesis sobre cómo evolucionará su mercado y las relaciones del Reino Unido con los países miembros de la UE”.
Intercambios comerciales
En su informe, KPMG recoge los datos de la Secretaría de Estado de Comercio sobre los intercambios agroalimentarios entre España y el Reino Unido.
En 2015, las exportaciones españolas de productos del segmento “alimentación y bebidas” a ese mercado ascendieron a 3.524 millones de euros, lo que le sitúa en segunda posición, por detrás del sector del automóvil.
Los productos más exportados son frutas, hortalizas y legumbres (58% del total), bebidas (12%), preparados alimenticios (9%), productos cárnicos (7%) y grasas y aceites (3%).
