La Comisión Europea no modificará de momento el sistema de importación de ajos procedentes de países terceros en la Unión Europea tras las peticiones formuladas por los productores de España, Francia e Italia.
Representantes de las asociaciones de productores de ajos de los tres países, entre ellos la Mesa Nacional del Ajo de España, se reunieron el pasado jueves con responsables de la Comisión para pedir que se mantenga el control de las importaciones de este producto, algo que actualmente es posible debido a la existencia de los llamados certificados B.
Esos certificados permiten controlar los volúmenes que se importan y detectar las importaciones ilegales pero Bruselas había anunciado su eliminación en el marco del ejercicio de simplificación de las políticas comunitarias.
Las asociaciones han anunciado, tras la citada reunión, que la Comisión ha accedido a su petición y ha paralizado de momento el cambio en la reglamentación, que habría entrado en vigor en 2016.
