La Comisión Europea ha decidido no pronunciarse sobre la importación y comercialización en el mercado comunitario de ocho nuevas variedades de transgénicos debido al bloqueo por parte de un grupo de comisarios.
La autorización de Bruselas quedará seguramente para cuando empiece a funcionar el nuevo ejecutivo comunitario.
Esta falta de decisión preocupa a las organizaciones europeas del comercio y de la industria de alimentación animal, que consideran que podría dar lugar a problemas en el abastecimiento de alimentos para el ganado procedentes de países terceros, dada la presencia –inevitable según ellas- de transgénicos en los cargamentos que llegan al mercado comunitario.