Tal y como se han puesto las cosas en estos momentos hay que hablar de la cadena agroalimentaria. Es verdad que si los agricultores y ganaderos no producen sus mercancías, no habrá abastecimiento. En su tarea está el origen.
Pero si no hay camioneros que los transporten, los alimentos no llegarían a su destino. O si las personas que atienden la caja de los súper no están en sus puestos, si los fruteros y pescaderos no se encuentran en los suyos, tampoco habría abastecimiento. Por no hablar de toda la gente que se dedica a recoger los productos, a desinfectar las naves y los locales de la distribución.
Son tan solo unos ejemplos de que en estos momentos lo importante es el funcionamiento global de la cadena, no de un eslabón de la misma y de que todos ellos son claves. Si no funciona todo, no servirá para nada y hay que meterse eso en la cabeza.
Dicho lo anterior, se registran algunos problemas que es necesario solucionar. Es lógico, por otro lado, tras las medidas aprobadas por el Gobierno. Quizás el principal sea el del transporte de las personas que acuden a trabajar al campo en la recolección de las frutas y hortalizas, por ejemplo, y también en los almacenes y puntos de manipulado de las mercancías.
Es necesario solucionar esos problemas encontrando un equilibrio entre la salud de todos los que participan en esos procesos y la necesidad de recoger los alimentos para garantizar el abastecimiento de la cadena. Y lo explico con un ejemplo de la radio, también servicio público. Por mucho que sea necesario quedarse en casa, para que la programación normal siga saliendo al aire cada día, es necesaria la presencia en los estudios de un número mínimo de personas, que son las que están trabajando en estos momentos para que mi voz llegue hasta ustedes.
A buen seguro que todos preferirían estar en casa con los suyos. Es la cadena de la radio. Pues en el campo, lo mismo. Eso sí, hay que hacerlo con las máximas garantías posibles para la salud de todos.
César Lumbreras
