La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró este miércoles -22 de enero- que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) tiene que ser progresiva y asumible, de forma que «no provoque problemas en pequeñas y grandes empresas».
Tras una reunión entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los agentes sociales, para abordar este asunto, Calvo subrayó que la subida del salario mínimo «no destroza empleo», conviene al fortalecimiento económico del país y se hará sin causar daños colaterales a las empresas.
El «deseo» del Gobierno es subir el salario mínimo, que es una obligación de la Carta Social europea
Calvo ha subrayado que el «deseo» del Gobierno es subir el salario mínimo, que es una obligación de la Carta Social europea, no obstante, pidió equilibrio y corresponsabilidad para que pueda ser asumida sin riesgos.
Respecto a la derogación de la reforma laboral, la vicepresidenta precisó que la ministra tiene en cartera «una primera reforma importante» que tiene que ver con los despidos por baja laboral. Sobre los aspectos que serán derogados en esta reforma, Calvo dijo que habrá que ajustarlo con los sindicatos si bien admitió que hay asuntos «urgentes y graves, que irán rápidos».