La campaña 2022/23 de aceite de oliva se cerró finalmente en España con unas existencias a 30 de septiembre de casi 250.000 toneladas, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura. Se trata de una cantidad superior a la prevista inicialmente, que se situaba ligeramente por debajo de las 200.000 toneladas, debido a que la comercialización ha sido inferior a la esperada, seguramente por la subida de los precios.
En su último informe mensual sobre la situación del mercado del aceite de oliva, publicado el 2 de noviembre, el Ministerio recoge los datos de oferta y demanda de la pasada campaña 2022/23. Aunque las cifras relativas al consumo y el comercio exterior son todavía provisionales, da cuenta de una comercialización total de 1,082 millones de toneladas, lo que supone una caída del 35,4% respecto a la campaña anterior y un 33,4% por debajo de la media de las cuatro últimas. Tanto la demanda interna como las exportaciones han contribuido a ese descenso.
El consumo nacional cayó un 38,2% respecto a la campaña anterior y las exportaciones un 33,8%. Las importaciones, por su parte, se mantuvieron bastante estables, con un ligero descenso del 1,3%.
El Ministerio apuntaba inicialmente, para la campaña 2022/23, a un consumo interno de algo más de 400.000 toneladas y a unas exportaciones de 725.000 toneladas.