El volumen de aceite de oliva comercializado en abril fue finalmente de 102.900 toneladas, según la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), algo más elevado que el que se había avanzado inicialmente.
Se trata de una cantidad sensiblemente inferior a la media de los primeros seis meses de la campaña (octubre-marzo), que se situó en 127.000 toneladas.
Con el dato de abril, la media mensual baja a 124.300 toneladas.
El descenso de las ventas en abril se debió a la Semana Santa, que redujo el número de días hábiles, y al impacto de la subida de los precios. Esa disminución se observó tanto en las exportaciones (con una reducción de los envíos a Italia, según fuentes del sector) como en el mercado nacional.
En ese mes se exportaron 68.000 toneladas, la cifra más baja en lo que va de campaña, mientras que en el mercado interior se vendieron 34.900 toneladas, también el volumen más bajo desde octubre.
Considerando los siete primeros meses de la campaña, el consumo en el mercado nacional se ha reducido en un 10,25% respecto al mismo período de 2015/16, situándose en 297.100 toneladas.
Las exportaciones, sin embargo, han aumentado en un 28,6%, hasta las 573.000 toneladas. El total comercializado hasta finales de abril era de 870.200 toneladas, un 12% más.
Según los datos de la AICA, las importaciones sumaban 63.600 toneladas y las existencias a finales de abril eran de 803.900 toneladas. La producción alcanzaba los 1,279 millones de toneladas, una cifra que casi puede considerarse definitiva.
