La organización agraria ASAJA Córdoba ha informado del final de la campaña del girasol en la que se ha registrado una reducción de la superficie de este cultivo en la provincia de Córdoba del 6 por ciento en relación con la campaña 2019; y del 30 por ciento en comparación, por ejemplo, a 2017 que fue el año en el que se produjo la bajada más considerable.
El presidente de ASAJA Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha explicado que estas cifras son consecuencia de la escasa rentabilidad del girasol que “pone en peligro la continuidad del cultivo por el bajo valor de los ingresos en la venta de la cosecha”, pues está por debajo de los costes de producción que se sitúan en torno a los 480 euros por hectárea, según los datos de la Junta de Andalucía.
En 2020, la superficie de este cultivo en Córdoba es de 25.600 hectáreas, frente a las 37.102 hectáreas de 2017, siendo la tercera provincia andaluza con mayor superficie, por detrás de Sevilla, con 100.600 hectáreas, y Cádiz, con 51.925 hectáreas.
Las lluvias primaverales caídas esta campaña han hecho que los rendimientos sean altos en comparación con la campaña pasada, pero los precios, que siguen a la baja para esta oleaginosa, están haciendo que la superficie del cultivo disminuya año tras año.
Por otro lado, los rendimientos medios en la provincia de Córdoba rondan los 1.400 kilos por hectárea de media, lo que supone una subida de un 47 por ciento en la producción en comparación con la campaña 2019.
No obstante, los rendimientos grasos han sido inferiores a la campaña anterior y un poco por debajo de lo requerido por los industriales. Asimismo, este año las cotizaciones del girasol alto oleico y linoleico 9-2-44 se han igualado, apenas habiéndose visto al principio de campaña una insignificante subida del alto oleico frente al linoleico, y viéndose acabado la recolección con las cotizaciones igualadas, no alcanzando ninguna los 332 euros por tonelada.