Los resultados de las elecciones municipales y gran parte de las autonómicas nos han dejado un nuevo reparto del poder territorial en una gran parte de España, con el bloque de la izquierda perdiendo y el de la derecha ganando. Habrá cambios en muchos Ayuntamientos, Diputaciones y algunas Comunidades Autónomas. De entrada, la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural que se formará a la vuelta del verano tendrá una composición muy diferente a la actual. Y, de salida, la debacle ha sido de tal calibre que Pedro Sánchez se lío la manta a la cabeza y convocó elecciones generales para el 23 de julio, en pleno puente en algunas regiones, durante la quincena del año en la que hace más calor, según las estadísticas, y al comienzo del semestre de presidencia española del Consejo de Ministros de la UE, lo que podría traer cambios al frente del Ministerio de Agricultura, también a la vuelta del verano.
La nueva situación política está llena de incógnitas a corto y a medio plazo. Pongo tan solo un par de ejemplos: ¿se modificará el Plan Estratégico de Planas si gobierna el PP? Hay que recordar que muchos Estados miembros han planteado esta posibilidad en Bruselas para adaptar sus normas recién estrenadas a la situación creada por la guerra en Ucrania. No es un tema menor, ni mucho menos. Otro ejemplo: ¿Cuál será la política agraria, en materia de agua, medioambiental o de relación global con el mundo rural del nuevo Ejecutivo que se forme después del verano? Y es que a la vista de los resultados de las municipales y autonómicas bien podría decirse que Pedro Sánchez y sus políticas han recibido un voto de castigo en el campo y el medio rural.
Un ejemplo claro es lo sucedido en la provincia en Córdoba, el feudo de Luis Planas. Como no podía ser de otra manera, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación se ha prodigado mucho por allí en los últimos meses. En este contexto hay que analizar lo que ha sucedido en Palma del Rio, localidad en la que Planas organizó el 23 de marzo una jornada sobre regadíos, que finalizó con una gran comilona, abundantemente regada con las correspondientes bebidas, todo ello financiado con cargo al dinero del Fondo de Recuperación de la Unión Europea (UE).
Pues bien, el PP ha pasado allí de 5 a 12 concejales, el PSOE ha bajado de 10 a 6 y este grupo político ha perdido la alcaldía, que ostentaba desde el comienzo de la democracia. Si continuase el repaso a los pueblos cordobeses que ha visitado Planas estas últimas semanas, nos encontraríamos con que los socialistas han retrocedido de manera importante. ¿Significa eso que ha sido culpa del ministro de Agricultura? No me atrevería a decir tanto, pero los resultados están ahí. Como las derrotas son huérfanas, a buen seguro que no ha sido culpa suya, sino del cha cha, cha.
Por César Lumbreras
P.D. Por cierto, ¿repetirá Planas como cabeza de la lista socialista por Córdoba al Congreso de los Diputados? Desde el PP de allí lo piden a gritos.