Las tres últimas semanas de este 2018, que ya ha enfilado su recta final, se presentan muy calientes y movidas en el campo español. El aperitivo de las movilizaciones tuvo lugar el miércoles 5 en Zaragoza, con una “tractorada” convocada por las organizaciones agrarias aragonesas para protestar por la subida de los costes de producción, especialmente del precio del gasóleo, que no se ve acompañada por incrementos en las cotizaciones de los productos que venden los agricultores y ganaderos. Para las próximas fechas están anunciadas nuevas movilizaciones.
Así, la COAG ha convocado protestas de los apicultores el martes 11 de diciembre en 18 capitales de provincia bajo el lema “En defensa de la miel española, por un sector apícola rentable y sostenible”. También están previstas concentraciones de protesta de los citricultores de la Comunidad Valenciana ante la que consideran una campaña catastrófica.
Por último, y de momento, en Extremadura hay convocadas dos tractoradas: la primera tendrá lugar en Mérida el lunes 17 y estará protagonizada por la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga) y por la Plataforma 27M en protesta por la subida de los costes de producción y contra la política agraria del Gobierno encabezado por el presidente Fernández Vara. Dos días después, el miércoles 19, la Unión de Extremadura se manifestará en esta misma ciudad para llamar la atención por los bajos precios de los productos agrarios mientras que los costes de producción no paran de crecer.
Mención aparte merece lo que está pasando en el sector de la remolacha y del azúcar. Aunque de momento no están convocadas movilizaciones, tampo hay que descartarlas a corto plazo, tras el anuncio hecho por Azucarera de que bajará los precios de la remolacha, incumpliendo así el acuerdo marco interprofesional firmado años atrás, que está vigente hasta 2020, incluido.
Ocurrió el martes día 4, cuando una nutrida representación del equipo directivo de esta empresa, que está en manos británicas, anunció la medida en cuestión a las organizaciones agrarias. Los representantes de estas últimas pusieron el grito en el cielo y recordaron a la empresa que ha ganado mucho dinero en España y que en esos momentos de bonanza no repartió los beneficios con los agricultores.
Otro tanto vinieron a decir los representantes de la Consejería de Agricultura de Castilla y León, encabezados por su titular, Milagros Marcos. La semana que comienza el día 10 van a tener lugar diversas reuniones a múltiples bandas para analizar la situación y ver lo que se puede hacer. En este contexto no se deben descartar protestas por parte de los cultivadores de remolacha, antaño muy combativos y hoy muy adormecidos, quizás porque su número ha disminuido en los últimos años.
Mientras tanto, la principal organización agraria francesa, la FNSEA, también ha convocado acciones de protesta en estos días por los graves problemas que tiene el sector, aunque desvincula sus movilizaciones de las que están llevando a cabo “los chalecos amarillos”, que han desembocado en importantes incidentes.