La Comisión Europea publicó a principios de junio un informe sobre las denominaciones de venta y la clasificación de las canales en el sector de la carne de ovino y caprino. Estaba obligada a hacerlo antes del 30 de junio en virtud del reglamento de la Organización Común de los Mercados (OCM) de la PAC.
El objetivo del informe era examinar las normas vigentes en materia de clasificación de las canales y la designación de las ventas en estos sectores y evaluar si era necesaria, o no, una reglamentación adicional al respecto. En general, Bruselas concluye que no es necesario proponer una nueva legislación en estos sectores.
En particular, los autores afirman que la clasificación de las canales de ovino debe seguir siendo voluntaria para no aumentar injustificadamente los costes y las cargas. También se argumenta que no hay necesidad de aplicar la parrilla comunitaria de clasificación de canales al caprino, «debido a que esta producción es muy limitada».
Los autores afirman que la clasificación de las canales de ovino debe seguir siendo voluntaria para no aumentar injustificadamente los costes y las cargas
En cuanto a la designación de las ventas, el ejecutivo comunitario no menciona dificultades o problemas sistemáticos en la aplicación de la legislación actual. Los encuestados se inclinan por “un enfoque simplificado basado en la subsidiariedad y la reducción de la carga administrativa”.
Por último, el informe señala que muy pocas partes interesadas participaron en la evaluación. Tampoco despertó mucho interés entre los Estados miembros. La Comisión Europea afirma que eso está «en consonancia con la idea de que contar con más legislación sobre clasificación de canales y designación de ventas no es una prioridad para el sector».
