LOS CEREALISTAS DE CASTILLA Y LEÓN PAGAN A GESLIVE MÁS DE 3,5 MILLONES DE EUROS AL AÑO POR REUTILIZAR SUS PROPIAS SEMILLAS
- COAG-Castilla y León considera este pago como un abuso por parte de la entidad que agrupa a los obtentores de variedades vegetales, que ya ven retribuidos sus costes en investigación en el precio que pagamos por las semillas certificadas R1 y R2
COAG-Castilla y León denuncia una vez más el abuso que supone el canon por reutilización de la semilla obtenida en la propia explotación, y que supone que en su conjunto, los agricultores de nuestra comunidad paguen a GESLIVE un importe anual estimado en 3,5 millones de euros.
Recordemos que este canon, que supone un coste medio de 2€/Ha, grava los kilogramos de semilla que, de su propia cosecha, el agricultor acondiciona para sembrar en sus parcelas en la campaña siguiente. Teniendo en cuenta que en Castilla y León se siembran más de 2 millones de hectáreas de cereales de invierno, y que de esta superficie aproximadamente en un 15 % ya se utiliza semilla certificada R1 o R2, el importe estimado de la recaudación por este concepto alcanzaría los ya indicados 3,5 millones de euros.
Nuestra organización ha venido denunciando reiteradamente el afán recaudatorio de este canon; canon que ante las especiales circunstancias de la presente campaña se hace todavía más insoportable y abusivo.
El sobrecoste para los agricultores de 3,5 millones de euros anuales es difícilmente justificable con el argumento de retribuir las grandes inversiones que los semillistas realizan para la obtención de nuevas variedades, ya que éstas son compensadas en el precio al que venden las semillas certificadas R1 y R2. En este sentido, no hay que perder de vista que el precio de la semilla que imponen las grandes multinacionales no está relacionado con el precio de la cosecha que perciben los agricultores, puesto que en muchos casos cuadruplican dicho precio.
COAG-Castilla y León considera fundamental que se evite la privatización del control de las semillas y defiende el derecho de los agricultores para reutilizar o intercambiar sus propias semillas libremente, derecho que debe quedar fuera del ámbito de aplicación de cualquier legislación.