La carne, las aves de corral o los huevos etiquetados como producto estadounidense deben proceder de animales criados y sacrificados en el país, según una norma propuesta por el Gobierno de Joe Biden. Se trata de una victoria para los ganaderos locales que habían presionado a favor del cambio.
Las normas vigentes sobre el etiquetado permiten su uso para la carne procedente de animales nacidos y criados en el extranjero y sólo procesados en Estados Unidos, lo que, según los agricultores y ganaderos del país, perjudicaba a los productores nacionales.
El gobierno y el Departamento de Agricultura (USDA) se comprometieron a revisar las normas de las etiquetas «Producto de EEUU» y «Hecho en EEUU» para la carne a principios del año pasado, como parte de una estrategia más amplia para fomentar la competencia en el conjunto de la economía y en el sector cárnico, altamente consolidado.
«Los consumidores tienen derecho a saber de dónde proceden sus alimentos, y punto»
«Los consumidores estadounidenses esperan que, cuando compran un producto cárnico en el supermercado, las afirmaciones que ven en la etiqueta signifiquen lo que dicen», declaró en un comunicado el secretario de Agricultura, Tom Vilsack.
Los grupos que representan a agricultores y ganaderos manifestaron su satisfacción por el anuncio. «Si pone ‘Hecho en EEUU’, entonces debe proceder de ganado que sólo ha conocido suelo estadounidense. Los consumidores tienen derecho a saber de dónde proceden sus alimentos, y punto», declaró en un comunicado el presidente de la Asociación de Ganaderos de Estados Unidos, Justin Tupper.
