A pesar de la ola de contagios por Covid-19 que está sufriendo China, sus importaciones de carne de vacuno y de porcino se han revisado al alza (con respecto a las que se avanzaron en octubre de 2022) y las nuevas cifras suponen un ligero aumento sobre las compras realizadas en el exterior el año pasado. En el caso de la carne de pollo, sin embargo, serán algo más bajas.
Esa es la previsión que maneja ahora el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que apunta en un informe que también 2022 se habría cerrado con unas importaciones superiores a las anunciadas.
De cara al presente año, la mejora que se espera en la economía, junto con una recuperación anticipada del canal horeca, generarán un incremento del consumo y las importaciones de carnes de vacuno y porcino.
En el caso de esta última, aunque la producción de carne de porcino china se ha revisado al alza con respecto a la previsión que el USDA presentó en octubre (55 millones de toneladas, frente a los 52 millones previsto en octubre), las disponibilidades del país se mantendrán prácticamente sin cambios respecto a 2022 y es poco probable que basten para cubrir el creciente consumo, que podría llegar a 56,9 millones de toneladas, frente a los 53,5 esperados en un principio.
La mejora que se espera en la economía generarán un incremento del consumo y las importaciones de carnes de vacuno y porcino
Las importaciones podrían, por tanto, ser de 2,1 millones de toneladas (frente a 2 millones en 2022), todavía muy lejos de los más de 5 millones importados en 2020.
Las importaciones de carne de vacuno también aumentarán este año (3,5 millones de toneladas, frente a 3,4 millones en 2022), aunque la llegada de barcos será más lenta porque los importadores tienen aún producto congelado almacenado que deben colocar en el mercado antes de invertir en nuevas compras.
Por el contrario, las importaciones de carne de pollo por parte de China se han revisado a la baja y se situarán este año por debajo de los niveles pre-pandemia (620.000 toneladas frente a casi un millón de toneladas en 2020).
Es previsible que la bajada de los precios de la carne de cerdo reduzca la demanda de carne de pollo. En cualquier caso, subraya el USDA, las importaciones de esta última apenas representan el 4% del consumo del país.
Producción mundial de carne de vacuno estable
A nivel mundial, el USDA espera una producción de carne de vacuno estable (con un leve descenso) con respecto a la estimada para 2022, al igual que las exportaciones.
Apunta que los precios de las canales en los principales países exportadores mantienen niveles relativamente altos si se comparan con los que se registraban antes de la pandemia, lo que sugiere que estamos ante unas disponibilidades limitadas y una demanda firme por parte de los mercados clave.
Entre los exportadores, Australia y Brasil ganarán cuota de mercado debido a que Estados Unidos, Uruguay y Argentina tienen menos cantidades para exportar.
Aumento en la producción de carne de porcino
Por su parte, la producción mundial de carne de porcino podría crecer hasta los 114 millones de toneladas (frente a los 112,5 millones de 2022) mientras que las exportaciones cederán algo por la caída, sobre todo, de las ventas al exterior de la UE, así como de las de Canadá.
En cuanto a la carne de pollo, las cifras del USDA apuntan a un aumento de la producción y la demanda mientras que los intercambios registrarán pocos cambios respecto a 2022.