Argentina tenía previsto enviar en julio sus primeras partidas de prueba de carne de vacuno «certificada» libre de deforestación, es decir, carne de vacuno que ha sido criada en áreas no desforestadas. El sector argentino sigue a la espera de conocer los detalles de la normativa a finales de año.
A primera vista, Argentina parece estar preparada para la entrada en vigor del reglamento europeo contra la deforestación (RDUE) prevista para el 30 de diciembre de 2024. Según Adrián Bifaretti, analista del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el primer envío de prueba de carne argentina «certificada» libre de deforestación se realizará por vía marítima en los «próximos días».
Ya se realizó un envío aéreo a principios de junio, como gesto simbólico: la carne fue degustada en la embajada argentina ante la UE en Bruselas, durante la presentación por parte del IPCVA del sistema privado de certificación argentino. El sistema ha sido bautizado como «Visión Sectorial del Gran Chaco», en referencia a la región a caballo entre Argentina y Paraguay, fuertemente deforestada en las últimas cinco décadas.
El sector argentino sigue a la espera de conocer los detalles de la normativa a finales de año
En realidad, el sector de la importación está preocupado por un sistema informatizado que aún está en pañales y por las zonas grises de la reglamentación. «En Bruselas, los importadores de carne de vacuno nos han transmitido su preocupación por el RDUE», explica Adrián Bifaretti. El problema es la propia definición de monte: «la ley forestal argentina difiere de la de la UE en cuanto a superficie, altura y cobertura arbórea. Los detalles de la normativa siguen sin definirse, y ése es el problema. Además, la UE debe clasificar a los países exportadores según su riesgo de deforestación».
Cada nivel (alto, medio y bajo) corresponde a presiones de control aduanero del 9%, 3% y 1%, respectivamente, del total de envíos importados. «Los argentinos estamos haciendo todo lo posible para que se nos clasifique desde el principio en esta última categoría», afirma Bifaretti. «De aquí a final de año, el IPCVA informará a los ganaderos argentinos sobre el impacto del Reglamento de la UE en ellos. El coste de la certificación correrá a cargo de los mataderos», afirma Adrían Biffaretti. No se prevén primas para los ganaderos.
La Pampa en el punto de mira
Aunque a la industria argentina le resulte desagradable que la UE imponga sus normas medioambientales en su país, los profesionales pueden destacar las ventajas de la carne de vacuno producida en la región pampeana: un sistema de pastoreo extensivo en estas inmensas llanuras donde no ha crecido ningún árbol que se recuerde, a excepción de las hileras de eucaliptos plantados en las entradas de las estancias.
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