La exportación de bovinos vivos a países terceros, que ha aumentado de nuevo en 2016 tras la fuerte subida ya registrada en 2015, supone una salida constante para el sector que está aportando estabilidad al mismo, según han señalado responsables de la Asociación Nacional de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC).
Otro elemento muy importante que contribuye a ello es el coste de las materias primas para alimentación del ganado, que también se mantiene más o menos estable.
Las citadas fuentes apuntan que la producción de carne de vacuno está en aumento en España desde 2007.
Este año el incremento se ha debido tanto a la existencia de un mayor número de animales para cebo como a los sacrificios de vacas lecheras que han ido a carne como consecuencia de la crisis láctea.
La estabilidad en el precio de las materias primas para alimentación animal (que representa entre el 40% y el 60% del coste de producción de los bovinos, dependiendo de las categorías) y la tranquilidad que supone la salida regular de ganado vivo a países terceros son un incentivo para los ganaderos, a pesar de que los precios en origen no son especialmente elevados y el margen de los productores no es particularmente alto.
Esas salidas regulares han hecho, por ejemplo, que no se produzca la caída estacional de precios que suele registrarse en primavera como consecuencia del aumento de las producciones en esos meses.
Crecen los envíos de ganado vivo a terceros
Los últimos datos de la Comisión Europea sobre exportaciones de bovinos vivos a países terceros muestran, en el caso de España, un incremento del 13,58% en el período enero-septiembre con respecto a los primeros nueve meses de 2015.
En total, hasta finales de septiembre España exportó 51.712 cabezas, principalmente a Líbano, Libia, Egipto y Argelia. Entre enero y septiembre de 2015 fueron 45.526 cabezas.
Según ASOPROVAC, esta diferencia podría ser más alta cuando se disponga de los datos de todo el año, ya que en el primer semestre las salidas a países terceros fueron algo más cortas que el año pasado pero se han animado en el segundo. A ello hay que sumar los envíos a otros Estados miembros de la UE, aunque son menos importantes.
En lo que respecta a las carnes, destinadas principalmente al resto de la UE, también se mantiene el incremento de las exportaciones, aunque menos acusado.
El mercado interno, reto futuro
Aunque la exportación está aportando esa estabilidad al sector, el mercado nacional absorbe el 70% de la producción de carne de vacuno.
Dada la tendencia a la baja en el consumo interno que se viene observando desde hace años, los productores consideran como un reto de cara al futuro el incrementar, o al menos mantener, la demanda interna y desde la interprofesional se trabaja para determinar las motivaciones de los consumidores para optar por la carne de vacuno o por otras; con ese fin ha encargado un estudio sobre hábitos de consumo.
En cualquier caso, se seguirá trabajando también en la apertura de otros mercados en países terceros, principalmente los asiáticos, una vez que España se considera ya un país con un riesgo inapreciable de encefalopatía espongiforme bovina (EEB).