La superficie forestal quemada en España alcanzó un total de 99.460 hectáreas hasta el pasado 10 de septiembre, casi el doble que en 2016 (54.435,82 hectáreas), según los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
En 2017 se han producido 11.132 siniestros, de los que 6.906 fueron conatos -menos de 1 hectárea- y 4.226 afectaron a más de 1 hectárea. En total, el 0,359% de la superficie total del territorio español se ha visto dañada por el fuego.
Según el Ministerio de Agricultura, en 2016, durante el mismo periodo de tiempo (del 1 de enero al 10 de septiembre), ardió el 0,185% de la superficie y la media del decenio es del 0,272%. Asimismo, de acuerdo con sus datos, se han registrado este año 21 GIF (grandes incendios, que superan las 500 hectáreas). Con esa cifra, 2017 se sitúa en el tercer puesto de la década, por detrás de 2012 (39 GIF) y 2009 (34).
La vegetación que ha resultado más perjudicada a causa de los incendios ha sido en su mayoría leñosa, con un total de 90.459 hectáreas (54.251 de matorral y monte abierto y 36.208 de superficie arbolada). Las 9.000 hectáreas restantes corresponden a pastos y dehesas.
Respecto a las zonas siniestradas, el 52,55% de los incendios se produjeron en el noroeste de la península, que abarca las Comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, y las provincias de León y Zamora. En las Comunidades interiores -el resto de Comunidades no costeras- se originaron el 32,10%. En el área del Mediterráneo se registraron el 14,91% de los siniestros y en el archipiélago canario el 0,44%.
En total, el 59,02% de la superficie forestal española ardió en el noroeste, el 23% en las comunidades interiores, el 17,9% en el Mediterráneo y el 0,01% en el archipiélago canario.