El Gobierno francés ha anunciado una batería de medidas para reforzar los controles en el sector lácteo y evitar así casos como el de la empresa Lactalis, en cuya fábrica de Craon se produjo una contaminación por salmonela por la que enfermaron alrededor de 30 bebés.
Según el Ministerio de Agricultura francés, el marco jurídico se fortalecerá con la obligación de las empresas y de los laboratorios de transmitir a los servicios estatales los resultados de los controles desfavorables, en caso de que estos puedan tener consecuencias «nefastas» sobre la salud pública.
En este sentido, las autoridades francesas han reclamado a la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSES) que compruebe si los sistemas de vigilancia aplicados por los profesionales del sector se adaptan a los riesgos identificados por el plan de acción, para que, en el caso contrario, emita las recomendaciones pertinentes.
Asimismo, el Ejecutivo ha señalado que prevé la creación de un plan de control específico sobre la cadena de producción y los productos lácteos en polvo para niños, que estará en vigor en tres meses.
Por último, el Gobierno francés ha pedido a la empresa Lactalis que destruya todos los productos que está retirando, tanto en Francia como en el extranjero, por proceder de la fábrica incriminada, donde todavía no ha sido identificada oficialmente la fuente de contaminación.