Dos catalanes se encuentran en estos momentos al frente de la Federación Española del Vino (FEV). Se trata de Miguel Ángel Torres, de Bodegas Miguel Torres S.A., que ostenta la presidencia desde hace no mucho tiempo, y de Pau Roca, secretario general de la misma, y que es originario de Reus.
El primero es el responsable también de la citada bodega, probablemente la que cuenta con más presencia en el exterior de todas las españolas; la sede central del grupo está situada en Vilafranca del Penedés.
Por el contrario, Roca lleva muchos años en ese puesto y ahora está en campaña, por segunda vez, para ser elegido como director general de la Oficina Internacional de la Viña y el Vino (OIVV). Durante los últimos meses está peregrinando por distintas regiones españolas y por diversos países para conseguir los apoyos que necesita. Desde el Ministerio de Agricultura apoyan su candidatura.
En la denominada Comisión Ejecutiva de FEV se encuentran también Javier Pagés, en representación de Codorníu, que es el vicepresidente segundo, y José Luis Bonet, por parte de Freixenet.
La FEV se autodefine como la organización privada más representativa que agrupa al sector bodeguero español, tanto a elaboradores como a comercializadores de todo tipo de productos vitivinícolas.
Desde su constitución, la FEV ha venido trabajando en beneficio del sector del vino español en general y de las bodegas, como parte fundamental del mismo, y en la actualidad se constituye como primer referente nacional específico del sector del vino, su impulsor y su principal representante, tanto en España, como en la esfera internacional.
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