La Comisión Europea (CE) presentó a los Estados miembros un proyecto con medidas de defensa fitosanitaria de los cítricos europeos “claramente insuficiente”, a juicio de Cooperativas Agro-alimentarias.
Este proyecto, supone para las Cooperativas, que la CE ha desoído al Parlamento Europeo, al sector citrícola, a las administraciones nacionales de los países productores y también los riesgos “evidentes” de que nuevas plagas “tan peligrosas como la Xylella entren en la UE”.
A finales de enero, la CE presentó a los Estados miembros sus nuevo proyecto de modificación de la Directiva 200/29/EC “de sanidad vegetal”, en el que desistió incluir medidas eficaces para evitar la propagación de nuevas plagas que amenazan a las plantaciones citrícolas europeas a través de las importaciones desde terceros países.
Sin embargo, tras meses de debate en los que el sector, las administraciones de los países productores y el propio Parlamento Europeo pedían que el principio de precaución y la seguridad fitosanitaria de las plantaciones citrícolas prevalecieran sobre los intereses comerciales, la CE “ignoró” estas reclamaciones.
Cooperativas ha recordado que en la reunión del Comité permanente de Sanidad Vegetal del pasado 27 de enero, la CE defendió ante los Estados un modelo de medidas en el que la elección de las condiciones fitosanitarias de importación a la UE y los tratamientos de cuarentena que deben ser aplicados corresponde a los propios exportadores.
Según los responsables de Cooperativas los exportadores “están mucho más preocupados de hacer negocio que por la supervivencia de la producción comunitaria”.
Este modelo, “da la espalda totalmente a las peticiones que han estado reclamando los presentantes europeos del sector a la CE, para evitar que las plagas de países terceros lleguen al continente y pongan en peligro las plantaciones europeas».
La votación de la propuesta contó con una mayoría suficiente de Estados del Centro y Norte de Europa, justamente los países que no son productores. Por ello, a su modo de ver, Bruselas ha decidido decantarse por los intereses de los importadores y la industria del norte de Europa.