La cosecha de cereales de invierno sufrirá una reducción del 21% este año, según las estimaciones de ASAJA. Esta cifra supone una caída de 4,1 millones de toneladas respecto a los datos oficiales del pasado año.
La sectorial de cereales de esta organización ha analizado este miércoles, 1 de junio, los datos de avance de campaña y prevé que se alcanzarán los 15,4 millones de toneladas.
Producción por cultivos
Se espera una cosecha de 5,3 millones de toneladas en trigo blando; 600.000 toneladas en trigo duro; 7,6 millones de toneladas en cebada; 1 millón de toneladas de avena; 300.000 toneladas de centeno; y 600.000 toneladas de triticale.
La organización ha constatado que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias durante el mes de mayo “han dado al traste con unas expectativas de cosecha que se consideraban muy buenas”.
Esta situación resulta “especialmente preocupante” para nuestro país, deficitario en grano, y teniendo en cuenta, además, el contexto internacional actual de falta de materias primas.
Según la organización, en líneas generales se puede hablar de una campaña de producción medio-baja, según zonas.
Los altos costes de producción, el mayor problema
El principal problema que han tenido los productores durante esta campaña han sido los altos costes de producción como consecuencia del encarecimiento de los precios de la energía, las semillas, los abonos y los productos fitosanitarios.
Además, la organización ha explicado que la posibilidad que se ha abierto este año, con carácter excepcional, para realizar siembras en tierras de barbecho, tampoco ha tenido la respuesta esperada, puesto que los costes de los inputs han echado para atrás a muchos productores.
Asimismo, a los daños provocados por el calor y la falta de lluvias se suman las pérdidas ocasionadas por la fauna silvestre, fundamentalmente conejos, aunque también corzos, jabalíes y palomas, “que han diezmado la cosecha y que están provocando el abandono del cultivo cerealista en algunas zonas”.
España necesita anualmente más de 36 millones de toneladas de cereales para atender nuestras necesidades de consumo
Este año también han aumentado las plagas y enfermedades de los cultivos de invierno, que no se pueden atajar con el uso de productos fitosanitarios, por la progresiva retirada de estas materias activas y la prohibición de la quema controlada de rastrojos. ASAJA ha reiterado la necesidad de que se autoricen las quemas como única medida efectiva de control de plagas.
Finalmente, la sectorial de ASAJA ha advertido de que España necesita anualmente más de 36 millones de toneladas de cereales para atender nuestras necesidades de consumo (humano y animal). Por ello, considera necesaria “una apuesta decidida, y con dotación económica suficiente, para rebajar nuestra dependencia exterior de grano y evitar posibles desabastecimientos”.
