La cosecha de cereales ha aumentado en Alemania un 2% con respecto al año pasado, a pesar de la sequía y de las temperaturas extremas registradas este verano, según datos de la Asociación de Agricultores Alemanes (DBV).
Los datos preliminares de la asociación indican que fueron recolectadas 43 millones de toneladas de cereal, algo más que en 2021, pero claramente por debajo de la media del lustro anterior (que se situaba en 45,6 millones).
No obstante, la calidad del grano este año -en particular del trigo- deja mucho que desear, según el presidente de la DBV, Joachim Rukwied, algo de lo que ya había advertido la asociación a principios de agosto, y que podría reducir la cantidad de trigo panificable.
«La sequía que perdura en muchas regiones del país nos muestra de nuevo que los agricultores se ven confrontados de forma muy directa con los efectos del cambio climático,» según Rukwied.
En vista de la producción de los últimos años, está claro que no hay «espacio de maniobra» para restricciones adicionales a la capacidad de producir alimentos, dijo, haciendo referencia a los planes de la Comisión Europea (CE) para la prohibición de pesticidas. El presentante de la Asociación afirmó que «son irresponsables y pondrían en peligro el abastecimiento de alimentos en Europa» .
Además, desde la DBV han advertido de otro factor de incertidumbre en estos momentos es el maíz, que todavía no se ha cosechado y que requiere una gran cantidad de agua para su desarrollo, y que puede sufrir previsiblemente daños «masivos» por la sequía.
La falta de agua afecta también a los ganaderos, que debido a la escasa cosecha de forraje se ven obligados a recurrir ya a las reservas almacenadas de cara al invierno. Aunque las precipitaciones del pasado fin de semana han proporcionado cierto alivio a la vegetación y ha incrementado el nivel de agua de los ríos, en los próximos días se espera en Alemania otra ola de calor.
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