Ante el inminente inicio de la siega de los cereales en las principales comarcas productoras andaluzas, COAG Andalucía ha realizado unas primeras valoraciones sobre las incidencias que han marcado la campaña, especialmente la sequía. Sin embargo, esta organización subraya que habrá más calidad a pesar de tener menos producción.
COAG Andalucía estima que la producción de cereales será menor a la media de los últimos años, con unas estimaciones de reducción de cosecha de entre el 15 y el 20%. Los rendimientos medios en los trigos duros rondarán los 2.800 kg por hectárea y 3.800 kg en los blandos y en la cebada.
Esta organización considera que, «aunque las lluvias del principio de la primavera fueron escasas, los cereales se desarrollaron bien hasta el mes de abril, pero a partir de ese momento la ausencia de lluvias y los vientos secos de levante produjeron mermas importantes en la producción». COAG explica que «las tardías lluvias de mayo solventaron en parte el problema de desarrollo del grano, beneficiando a los cultivos más tardíos, pero poco pudieron hacer por los más tempranos».
No obstante, la organización subraya que aunque la escasez de lluvias ha provocado una reducción de la cantidad, la calidad de los granos es óptima, con altos niveles de proteína y un buen índice de caída FN (Falling Number).
Además, en esta campaña, las zonas productoras han vuelto a sufrir la incidencia del mosquito del trigo aunque ha sido menor que en la campaña pasada y mayor de lo que en principio se estimaba. En las espigas que están a punto de ser segadas se puede apreciar los daños provocados por la presencia del mosquito, que rondan el 10% en las comarcas occidentales, según explica la organización,
Por otro lado, el girasol ha sido el gran beneficiado de las lluvias de mayo, junto con las leguminosas de verano como el garbanzo que, salvo que se vea afectado por golpes de calor o vientos secos, va a tener una campaña similar a la de los últimos años.