Si la memoria no me falla hay que remontarse cuarenta años atrás, a 1981-82, para encontrarnos con una situación tan grave en el campo español como la actual. Entonces hubo una oleada general de fuertes movilizaciones, que duró muchos meses, reclamando ayudas y, a raíz de eso, el primer Gobierno del PSOE decidió potenciar los seguros agrarios.
Cuarenta años después hay seguros agrarios, pero el sistema no debe funcionar tan bien como dicen los responsables del monopolio Agroseguro, porque agricultores y ganaderos siguen pidiendo ayudas.
A fecha de hoy, prácticamente todos los sectores agrícolas y ganaderos registran importantes daños; la mayor parte de las regiones se ven afectadas; no hay agua para regar, en el peor de los casos, o es escasa, en el menos malo.
Por concretar algo más, en el viaje entre Madrid y Salamanca da pena ver cómo están las parcelas de cereales; este año no va a haber ni grano, ni tampoco paja; los precios de esta última se han puesto por las nubes y el que tiene paja, tiene un tesoro. Los pastos están agostados, justo en la mitad de la primavera, cuando tenían que lucir en todo su esplendor.
Parece, que habrá un “paquete sequía”, y que podría ver la luz pronto, sobre todo porque estamos ya en campaña electoral y querrán rentabilizarla
Mientras tanto, la cosecha de medidas desplegadas por el Ministerio de Agricultura, con Luis Planas a la cabeza, tiene la misma pinta que la de cereales: ni grano, ni paja. Luis Planas ha mantenido una reunión discreta con los máximos representantes de las organizaciones agrarias, a la que se presentó con las manos vacías. Un auténtico insulto. El encuentro debía ser solo para pulsar el ambiente y seguir realizando el diagnóstico del enfermo, cuando todo el mundo ve que está moribundo.
Lo único que hay hasta el momento son peticiones a la Comisión Europea para que nos asignen fondos de la reserva agrícola, para que flexibilicen las normas de la nueva PAC y para que anticipen los pagos de las ayudas, aunque esto último es habitual en los últimos años. Pero, hasta el momento, el Gobierno Central no ha puesto ni un solo euro para hacer frente a la sequía de este año y tampoco ha diseñado ni una sola medida.
Parece, insisto en lo de parece, que habrá un “paquete sequía”, y que podría ver la luz pronto, sobre todo porque estamos ya en campaña electoral y querrán rentabilizarlo. Si finalmente llega ese “paquete sequía”, habrá que analizarlo con detalle, para separar el grano, lo que sea verdaderamente importante, de la paja que intentarán colar por aquello de la cercanía de la cita con las urnas. Pero, a fecha de hoy, insisto, la cosecha de no medidas de Planas no tiene ni grano ni paja.