La pregunta es muy sencilla: ¿qué más tiene que pasar para que Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, convoque una reunión de la mesa de la sequía hidráulica, y para que Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, reúna con carácter de urgencia la mesa de la sequía agraria? Es más, habría que tirar por elevación: ¿qué más tiene que pasar para que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ocupe del asunto en persona creando un grupo de alto nivel de carácter interministerial, como han hecho en Francia, para abordar de forma conjunta el problema de la falta de agua? Estamos ante la peor situación de este siglo y de algunos años del anterior y parece que no pasa nada. Solo en el campo y de forma directa los daños se sitúan ya entre los 8.000 y los 10.000 millones de euros, dependiendo de cómo se hagan las cifras. A esta cifra hay que sumar otros perjuicios como, por ejemplo, el no poder usar el agua embalsada para fabricar electricidad, siendo necesario utilizar más gas, cuyos precios están disparados.
Siguen las preguntas. ¿Qué más tiene que pasar para que el PP de Alberto Núñez Feijóo, el principal partido de la oposición, se entere de verdad de que hay sequía y pida la comparecencia urgente del propio presidente del Gobierno, de Teresa Ribera (en este caso ya lo ha hecho) y de Luis Planas en las Cortes? ¿Qué más tiene que pasar para que los consejeros correspondientes del PP soliciten la convocatoria con carácter urgente de las conferencias sectoriales de los citados ministerios para abordar el asunto? Siguen las preguntas: ¿qué más tiene que pasar para que los de Vox, que dicen que se preocupan mucho por los problemas del campo y de los pueblos, hagan lo propio en las Cortes? ¿Qué más tiene que pasar para que las organizaciones agrarias se planten ante Planas y ante los consejeros de Agricultura de las comunidades autónomas y digan hasta aquí hemos llegado? Resumen final: ¿qué más tiene que pasar para que la sequía se aborde como lo que es, un problema de Estado? ¡Pero que desidia!