La “chifla” o trompetilla de pregonero se ha convertido con el paso del tiempo en el símbolo o emblema de este programa. Desde hace ya muchos años, mediados de la década de los ochenta, AGROPOPULAR comienza con el sonido de este instrumento, que era fundamental en nuestros pueblos y en el mundo rural. Servía, entre otras cosas, para avisar a los vecinos de que llegaba el pregonero a cantar el bando del alcalde, el pregón alertando al pueblo de las mercancías de un vendedor ambulante o cualquier otra noticia de su interés. Bien se puede decir, por lo tanto, que la “chifla” o trompetilla a la que hoy queremos rendir tributo aquí es un símbolo de nuestro mundo rural, cuyos usos y costumbres soportan, un día sí, y otro también, ataques por parte del Gobierno presidido por Pedro Sánchez, con el silencio cómplice de quien debería defender sus intereses, el ministro de Agricultura, Luis Planas. Como dicen los más jóvenes y modernos “les falta calle” y andan alejados de la realidad.
Ahí van algunos ejemplos de esos ataques. La orden ministerial sobre el lobo, que se sacó de la manga Teresa Ribera, que perjudica a la ganadería extensiva. El cheque cultural para los jóvenes que cumplan dieciocho años en 2022 anunciado por Sánchez y que deja fuera a los toros; se podrá estar a favor o en contra de las corridas de toros, pero lo que no se puede negar es que, hasta ahora, la tauromaquia entendida en sentido amplio forma parte del acervo cultural español, guste o no guste. El anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales conocido esta semana, que está elaborado de espaldas al campo y el mundo rural, y que también tiene su importancia en el medio urbano, dada la gran cantidad de mascotas que pueblan nuestras ciudades. Estos ejemplos son los últimos, pero tampoco hay que olvidar las declaraciones del ministro Alberto Garzón a principios del verano sobre el consumo de carne.
En nuestros pueblos, entre la gente del campo y, en definitiva, entre los amantes de nuestro mundo rural y de sus tradiciones, usos y costumbres, aunque vivan en las ciudades, está calando la idea de que este Gobierno actúa en contra de sus intereses y de que no hay miembros del mismo que los defiendan. Ni Teresa Ribera, por mucho que tenga entre sus competencias eso tan pomposo del reto demográfico, ni, por supuesto, Luis Planas, encargado de la agricultura, la pesca y la alimentación. El malestar va a más cada día (las manifestaciones de los agricultores y ganaderos son solo la punta del iceberg) y en los próximos meses puede saltar la sorpresa. Esos continuos ataques al mundo rural no van a salir gratis. Y, hoy, desde aquí, quiero rendir homenaje a ese mundo rural, que está más vivo de lo que parece, con uno de sus símbolos, la “chifla” o trompetilla del pregonero, que va a sonar excepcionalmente al final de este pregón. Como también dirían los que presumen de estar a la última “ni tan mal”.