El brote de peste porcina africana (PPA) en China es mucho más grave de lo que las autoridades admitieron, y continúan admitiendo, y después de un período inicial de sacrificio prematuro que ocultó las consecuencias de la enfermedad para el suministro, sus efectos están empezando a notarse en todo el país.
Además, esta enfermedad resistente, altamente contagiosa, difícil de controlar y a menudo mortal, ya ha pasado a diferentes países del sudeste asiático, como Camboya o Vietnam, y es muy probable que se detecte en otros, como Tailandia o Filipinas, en cada caso con el mismo escenario de diagnóstico tardío y propagación incontrolada. Así lo ha destacado el consultor de Gira, Nils Beaumond, durante su presentación en la Asamblea general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic), que ha tenido lugar esta semana en Barcelona, y a la que han asistido sesenta empresas.
Beaumond también ha comentado que dado el peso de China en la producción y el consumo mundial, esta situación ha provocado que se produzcan una serie de impactos comerciales, de consecuencias masivas y que durarán varios años, como el aumento de los precios de la carne de porcino; la disminución de la producción, que ha sufrido una caída de más del 20%; y una mayor demanda de importaciones, aunque no serán suficientes para abastecer el vacío de suministro que se producirá, ya que China es una gran consumidor de carne. Debido a esta falta de producto y al incremento de precios, se prevé que haya un aumento de la demanda de carne de aves y, en menor medida, de vacuno.
Esta situación de la PPA en el país asiático situaría en una posición privilegiada a la UE para convertirse en el primer exportador de carne de porcino
Otra consecuencia de la propagación de la PPA en China es que en 5-10 años se producirán grandes inversiones en granjas porcinas, para modernizarlas y mejorar su bioseguridad, lo que les permitirá estar a la altura de los mataderos. Todo parece indicar que el sacrifico también se trasladará a nuevas regiones productoras. Las perspectivas a largo plazo es que en 7-10 años se recuperará la producción nacional y en 10 años se reequilibrará el mercado.
Esta situación de la PPA en el país asiático situaría en una posición privilegiada a la UE para convertirse en el primer exportador de carne de porcino, ya que las exportaciones desde América del Norte se ven limitadas por cuestiones como la ractopamina y los aranceles adicionales.
Además de esta presentación, la consultora de Gira, Ségòlene Foissac, ha analizado el desarrollo de las importaciones de carne de porcino en Corea y Japón, sobre todo como consecuencia del nuevo escenario comercial que se dibuja por el acuerdo UE-Japón. Estos dos mercados tendrán que ser todavía más atractivos para mantener sus volúmenes de importación, pero los precios más altos podrían tener un impacto positivo en la producción nacional. Tampoco son mercados inmunes a la PPA, por eso las autoridades tendrán que estar constantemente vigilantes.
Finalmente, ha comentado las oportunidades del mercado en Argentina para carnes, que se abrirá para España el próximo mes de junio, y para elaborados, que ya se están exportando desde nuestro país. Actualmente Brasil es el mayor exportador a este país.
A causa del aumento de producción que se prevé en el país argentino, las importaciones desde la UE están limitadas, aunque los diversos acuerdos comerciales (UE-Argentina o EEUU-Argentina) podrían abrir posibilidades.
Tras la exposición de Gira han intervenido el jefe de Área de Exportación Animal de la Subdirección General de Acuerdos Sanitarios y Control en Frontera del MAPA, Óscar Rodríguez; el director de PRODECA, Ramon Sentmartí; y el director Territorial de Comercio y del ICEX en Cataluña, José Ignacio Pradas, para comentar diferentes aspectos del sector cárnico y de su internacionalización.
Además, como cada año, la Asamblea General ha servido para que FECIC presente a sus asociados su memoria de actividades del año 2018, su plan de actuación previsto para el 2019 y sus propuestas sectoriales. El encuentro ha finalizado con la aprobación de la gestión económica y el discurso de clausura del presidente de FECIC, Joan Costa.