China ha anunciado nuevos aranceles del 25% a un total de 106 productos importados de Estados Unidos (EEUU). Entre los productos que se verán afectados figuran algunos agrícolas, como la soja o el maíz, así como la ternera, el zumo de naranja y algunos tipos de vehículos y aviones.
Las autoridades chinas insistieron en que con esta medida pretenden «defender los derechos legales de China» frente a la «emergencia» causada por EEUU, que ha actuado «en contra de sus deberes internacionales».
El Ministerio de Comercio informó de esta medida con la que pretende defender los derechos del país frente a los aranceles anunciados por la administración de Donald Trump contra las importaciones chinas.
Los productos incluidos en la lista china tuvieron un valor de 50.000 millones de dólares en 2017, según detalló el ministerio del país, que no ha precisado la fecha de entrada de vigor de estas nuevas cargas.
China, que es el segundo socio comercial de EEUU, anunció este lunes la imposición de gravámenes a un conjunto de 128 productos estadounidenses, en respuesta a las tarifas que Washington anunció el mes pasado sobre las importaciones de acero y aluminio chinos.
Este país asiático reveló esta nueva lista de 106 productos después de que el martes, 3 de abril, la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR) publicara un listado que incluye 1.300 productos chinos a los que planea imponer aranceles como respuesta a las prácticas comerciales «desleales» del país asiático.
La lista de la USTR, que incluye medicamentos o aparatos de tecnología punta de las industrias aeroespacial y robótica, está ahora sujeta a un periodo de comentarios públicos de 30 días antes de que los gravámenes entren en vigor.
Cabe recordar que el presidente Trump anunció en marzo que impondría aranceles de hasta 60.000 millones de dólares sobre las importaciones chinas, aunque según lo informado por USTR este martes finalmente el volumen afectado será de 50.000 millones.
Pekín ha apelado en repetidas ocasiones al diálogo para evitar una posible guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, pero ha dejado claro que no teme un conflicto de este tipo.