China, primer productor y consumidor mundial de carne de porcino, adoptó recientemente nuevas reglas para “controlar su capacidad de producción,” tras dos años de “expansión agresiva” que han provocado un exceso de producción.
El portal especializado “The Pig Site” recoge esta decisión del Gobierno chino. Explica que “la retención de hembras reproductoras se irá ajustando de forma dinámica en función de la evolución del consumo de carne de porcino y de la eficiencia de la producción porcina”. Un comunicado del Ministerio chino de Agricultura ha anunciado que se pondrán en marcha medidas reguladoras cuando el número de cerdas reproductoras aumente o disminuya excesivamente para garantizar un suministro estable de cerdos.
Algunos días antes, China redujo su “objetivo nacional de retención normal de las hembras reproductoras” a 39 millones de cabezas, frente a los 41 millones previos. Si se logra este objetivo, “el tamaño de la cabaña porcina china se reduciría al menos en 22 millones” de animales de producción, según Even Pay, analista agrícola de la consultora Trivium China, lo que “modificará la demanda de cultivos forrajeros tales como la soja, el maíz y el trigo”.
China redujo su “objetivo nacional de retención normal de las hembras reproductoras” a 39 millones de cabezas, frente a los 41 millones previos
China también ha adoptado medidas para estabilizar en más de 130.000 el número de grandes explotaciones porcinas.
Tras la fuerte reducción registrada en 2018 debido a la aparición de la peste porcina africana en el país, la producción china de porcino se ha recuperado de forma significativa en los últimos años.
De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la cabaña llegó hasta los 452,5 millones de animales el año pasado y las previsiones apuntan a que bajará hasta los 423,6 millones en 2024. El consumo de carne de porcino en el país podría caer a 57,34 millones de toneladas este año (frente a los 58,73 millones de 2023), por lo que la producción se ajustará también a la baja: 55,2 millones de toneladas, según el USDA, frente a 56,9 millones el año pasado.
Por su parte, las importaciones, que llevan varios años en descenso y en 2023 se situaron ligeramente por debajo de los 2 millones de toneladas (1,92 millones), podrían recuperarse y llegar a 2,25 millones de toneladas en el presente año 2024.