En su informe del presente mes de agosto, el Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha revisado a la baja en 10 millones de toneladas su previsión de producción mundial de maíz de la presente campaña 2022/23, que sitúa ahora en 1.179 millones de toneladas (40 millones menos que en la campaña anterior). También ha recortado sus cifras para el sorgo.
Esos recortes superan con creces el incremento en la producción prevista de trigo, por lo que, en conjunto, ha revisado a la baja en 4 millones de toneladas la cosecha mundial de cereales.
Apunta ahora a un volumen de 2.248 millones de toneladas, un 2% menos que en la campaña anterior. Sin embargo, el organismo recuerda que se trata de una cifra superior a la media y, de hecho, es la segunda más elevada de la historia.
En lo que respecta al consumo, espera una disminución del 0,8% respecto a la campaña 2021/22 debido a la caída en la demanda de piensos (1.018 millones de toneladas, un 2,2% menos que en la campaña anterior), que el CIC atribuye a la reducción de la oferta. Los intercambios disminuirán un 3,6% respecto a la campaña anterior por el descenso de las exportaciones desde Ucrania y el stock final de campaña se situará en 577 millones de toneladas, el nivel más bajo en ocho años, con reducciones en las reservas de maíz, trigo, cebada y sorgo.
El calor y la sequía afectan a las previsiones mundiales de maíz, según el USDA
El calor y la sequía han afectado, como se temía, a la producción mundial de maíz, sobre todo en Europa y Estados Unidos, compensada en parte por Rusia y Ucrania, según las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicadas recientemente. Según dicho informe, el USDA revisó a la baja en 6,2 millones de toneladas su previsión anterior sobre producción mundial de maíz 2022/2023, que sitúa en 1.479,6 millones de toneladas para la campaña 2022/23, frente a los 1.185,9 millones del mes anterior.
En Estados Unidos, «los rendimientos serán inferiores a los previstos», indicó Dewey Strickler, de Ag Watch Market Advisors, especialmente en Indiana, Missouri, Nebraska y Ohio. Se prevé que la producción estadounidense descienda en casi 4 millones de toneladas, hasta los 364,7 millones de toneladas.
En Europa, se espera que la producción disminuya en 8 millones de toneladas, hasta los 60 millones, con una necesidad adicional de importación de 3 millones de toneladas, hasta los 19 millones. «Europa está mal de maíz y vamos a importar más», comentó Gautier Le Molgat, analista de Agritel. «La climatología ha provocado estos descensos de producción en Europa y Estados Unidos y esto era de esperar. En Europa y en las llanuras de Estados Unidos se han registrado temperaturas récord», añadió Jason Roose, de US Commodities.
Por otro lado, el informe revisó al alza en 5 millones de toneladas la producción de maíz de Ucrania, que debería poder exportar 3,5 millones de toneladas más, hasta los 12,5 millones.