Los representantes europeos del sector citrícola han acordado exigir, de nuevo, a la Comisión Europea una mayor protección y prevención fitosanitaria en la entrada de partidas de naranjas y otros productos hortofrutícolas procedentes de terceros países, en particular de Sudáfrica.
Así lo han asegurado en un comunicado fuentes de Cooperativas Agro-Alimentarias, una las organizaciones españolas que participó en la reunión de este Grupo de Trabajo de Cítricos celebrada en Catania (Silicia), la principal región productora italiana. En el encuentro, que también contó con representantes de otras organizaciones españolas e italianas y de los Ministerios de Agricultura de ambos países, los responsables del sector mostraron su preocupación por las amenazas fitosanitarias que se ciernen sobre las plantaciones citrícolas.
Las 35 interceptaciones registradas en 2017 en las importaciones citrícolas desde terceros países, -de las cuales 24 corresponden a Sudáfrica-, demuestran la amenaza que supone la entrada de fruta desde este país, incapaz de dar garantías de seguridad, pero sujeto a un nivel de control y precaución insuficiente a todas luces y a un trato condescendiente -e incomprensible- por parte de la Unión Europea», explicaron.
Cooperativas Agro-Alimentarias ha calificado de «insuficiente» e «incoherente» la modificación de la Directiva 2000/29, relativa a las medidas de protección contra la introducción en la Unión Europea de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales.
Por último, los representantes del sector coincidieron en la necesidad de que la Unión Europea redoble sus esfuerzos para facilitar la apertura de nuevos mercados para la exportación hortofrutícola y el levantamiento de barreras arancelarias y fitosanitarias. Además, criticaron que la responsabilidad de negociación de protocolos recae demasiado en los Estados miembros, los cuales, individualmente -país a país producto a producto- tienen mucho menos poder negociador.
