Las cotizaciones de los cítricos han experimentado una fuerte caída a lo largo del pasado año 2018. En algunos casos estos descensos superan el 40%.
Según la Lonja de Valencia, las mandarinas clemenules en la primera semana del año pasado se situaban entre 0,24 y 0,47 euros el kilo, mientras que en la última cotizaban entre 0,14 y 0,26 euros (lo que supone un descenso del 43,6%).
Lo mismo sucedió en el caso de las naranjas, que en variedades como la navelina la diferencia entre la primera y última semana de año fue cercana al -40%: a principios de enero de 2018 oscilaba entre 0,17-0,21 euros y a finales entre 0,09-0,14 euros.
El precio del limón también descendió en este periodo en la misma cuantía (-0,40%). La conselleria de Agricultura de la Comunidad Valenciana situaba el limón fino a principios de 2018 entre 0,35 y 0,40 euros y a finales entre 0,20 y 0,25 euros.
En el caso de otras variedades de naranjas las diferencias son menos acusadas, pero siguen siendo significativas: la navel cayó a lo largo del año pasado cerca de un 29% y la navel lane-late bajó más de un 15%.
Finalmente, la mandarina clemenvilla descendió en Valencia cerca de un 29% en este periodo, según datos de la lonja; la última semana del año se pagaba entre 0,19 y 0,28 euros (frente a los 0,24-0,42 euros de la primera).
Pésima campaña en Córdoba
ASAJA Córdoba ha calificado de pésima la campaña de cítricos en la provincia por los bajos precios que se están pagando a los agricultores. La recolección, según la organización agraria, se encuentra actualmente al 20-25% y va muy retrasada comparada con la del año pasado.
Desde ASAJA han criticado que se esté pagando la naranja Navelina entre 10 y 14 céntimos de euro por kilo, mientras que en los lineales de algunos supermercados de la provincia se vende hasta a dos euros.
A juicio de la organización, en esta crisis de precios ha tenido mucha culpa la aplicación del acuerdo comercial de la Unión Europea con Sudáfrica, que entró en vigor en 2016 y permite la importación de cítricos de este país hasta el 30 de noviembre con unos aranceles que en 2018 han sido del 11,6% e irán reduciéndose hasta desaparecer en 2026, y es que las variedades tardías de naranjas sudafricanas se solapan con las primeras de la temporada española, como la Navelina o la Salustiana habiendo incluso todavía en los lineales naranjas de países del Cono Sur como Uruguay.