Uno de los retos que se deben afrontar en la lucha contra la despoblación es cambiar la masculinización del medio rural, donde viven menos mujeres que en las ciudades, según afirmó la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente.
Lo hizo en la mesa redonda «El papel y la función de la mujer en el mundo rural» en el marco del Foro `Somos Castilla y León´en el que participó.
Según Clemente, un 53% de las mujeres de Castilla y León viven en ciudades de más de 20.000 habitantes y el 48% en el medio rural, unas cifras que, a su juicio, suponen romper el equilibrio.
En este sentido, recordó que la tasa de paro de las mujeres se sitúa en tres puntos más que la de los hombres. A pesar de que haya evolucionado favorablemente desde el 2008, cuando las cifras estaban seis punto por encima, Clemente considera que «aún no es suficiente».
Para la presidenta de las Cortes los pilares para fijar población femenina en el mundo rural radican en el fomento de actuaciones vinculadas con el turismo, el sector agroalimentario, medioambiental y forestal.
Afrontar la despoblación «entre todos»
Al Foro también acudió la delegada del Gobierno en la región, Virginia Barcones, quién apostó por afrontar el reto de la despoblación «entre todos» desde Europa, el Gobierno de España, las Comunidades autónomas, las entidades locales y la sociedad en su conjunto, para situar en la agenda política y social «el drama de la mujer y el mundo rural».
En este sentido, recordó que desde 2011, 25.000 mujeres jóvenes han abandonado el medio rural, una cifra calculada en 8.000 en el caso de las mayores de 65 años. El 90% de los municipios rurales «están masculinizados», en ellos viven más hombres que mujeres, ha recalcado la delegada.
Según Barcones, el abandono de los pueblos por parte de las mujeres jóvenes tiene que ver con la falta de empleo y de oportunidades y solventarlo es uno de los objetivos de la Estrategia Nacional contra la Despoblación que se presentará la próxima primavera.
La delegada ha recordado que los Presupuestos Generales del Estado abarcan un fondo de 80 millones de euros para el empleo y el autoempleo en los municipios de menos de 5.000 habitantes o de 5.000 a 10.000 que se encuentran en proceso de despoblación.