Hacia el año 2050 el cambio climático tendrá un impacto aún limitado pero visible en los rendimientos agrícolas. El incremento de los rendimientos será un 2,5% inferior al que cabría esperar sin cambio climático, con efectos más agudos en las regiones más vulnerables al calentamiento global.
Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea sobre la relación entre cambio climático y producción de alimentos. Los científicos del JRC han utilizado varios modelos y escenarios para determinar el impacto potencial del calentamiento global en la agricultura.
Otra conclusión destacable de su informe subraya que el impacto de las políticas dirigidas a mitigar los efectos del cambio climático en la producción global (que crecería a menor ritmo) y en los precios (que subirían más) podría ser aún más importante que el impacto negativo del cambio climático en sí para ese año.
Las políticas dirigidas a evitar que la temperatura del planeta suba más de 2ºC hacia finales de siglo (como el precio del carbono) tendrán un impacto más negativo en la producción ganadera que en la agrícola debido a que las actividades ganaderas generan mayores emisiones y tienen una huella de carbono más alta.
Los investigadores apuntan, por otro lado, que para ese año la demanda de productos agrarios estará más vinculada a las decisiones de la población sobre los alimentos que quieren comer que al crecimiento económico.
Precisan que su estudio se centra solo en impactos globales y que sería necesario un análisis más en profundidad para identificar las vulnerabilidades regionales y ayudar en el diseño de estrategias de adaptación y mitigación para el sector agrario específicas.
