La semana pasada el director de Agropopular, César Lumbreras, recibió el Premio Columela que otorga la Fundación Dieta Mediterránea. Pero, ¿quién fue Columela?
Manuel Ortega, nuestro historiador de cabecera, explicó en Agropopular -el 21 de octubre- que su verdadero nombre era Lucio Junio Moderado, aunque su apodo era Columela. Era un romano de Hispania y nació en Gades, la actual Cádiz, en el año IV. Mantuvo amistad con el filósofo Séneca, también de la misma tierra. Como buen romano de cierta alcurnia, siguió un cursus honorum, como se llamaba a la carrera político-militar, que le llevó incluso a Siria, como tribuno de la Legión VI Ferrata.
Columela siempre tuvo inquietud por las cuestiones agrarias, que le fueron inculcadas por su tío Marco en su Gades natal. Pero no fue hasta su establecimiento en Italia, donde se encargó de gestionar varias propiedades agrícolas a gran escala, cuando ésta se dejó traslucir de verdad. Y lo hizo no sólo de forma práctica sino también teórica.
Columela siempre tuvo inquietud por las cuestiones agrarias, que le fueron inculcadas por su tío Marco en su Gades natal
En concreto, es autor de dos obras relacionadas con el sector agrario. Estas son, Arboribus (Libro de los Árboles) y la más importante, De Re Rustica, traducida como Los trabajos del campo. Se trata de un compendio de todo el saber agrícola de su época, desde cómo construir un granero a cómo encurtir alimentos pasando por cuestiones como los suelos y su fatiga, los cultivos más propicios para “recargar” la tierra, el estiércol, la explotación del ganado, la apicultura… En realidad, son doce libros contenidos en uno, cada uno dedicado a su cuestión correspondiente.
Podría decirse, que Columela fue pionero en esta materia, su obra precedió y sirvió como referente a otros tratadistas de temas agropecuarios romanos como Paladio, que también dejó una obra llamada como la de Columela. Incluso influyó durante siglos en las cuestiones agrícolas de los reinos cristianos pero también en las de los musulmanes.
Además, Columela también destacaba por la minuciosidad de las descripciones. A la hora de construir un granero describe paso a paso cómo proceder. O el tema de los perros, que es muy curioso. Por ejemplo, señala cómo deben ser las virtudes de los perros encargados de la protección del hogar y los establos. Era tan detallista que propone cómo alimentarlos –con harina de cebada y suero de leche o pan de trigo con caldo de habas cocidas– o los métodos para eliminar las garrapatas y las pulgas.