Los pagos directos deben seguir siendo un elemento central de la futura Política Agraria Común (PAC) y deben estar financiados al 100% por la Unión Europea. Además, hay que continuar centrando las ayudas en quienes desarrollan realmente una actividad agraria, mantener los pagos acoplados para los sectores vulnerables y continuar también con el apoyo a las zonas desfavorecidas con el fin de que la agricultura y la ganadería -únicas actividades económicas en ciertas áreas- puedan seguir desarrollándose en ellas.
Estas son algunas de las conclusiones de la Conferencia sobre el futuro de la PAC que el secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, enumeró el 28 de marzo, al término de la misma, teniendo en cuenta las aportaciones de quienes han participado en ella durante sus dos jornadas de duración.
También ha quedado de manifiesto la necesidad de seguir contando con redes de seguridad para hacer frente a las situaciones de crisis en los mercados y la de mejorar la posición de los agricultores en la cadena alimentaria. Con este fin, habría que contar, entre otras cosas, con un marco común europeo de lucha contra las prácticas comerciales desleales en el seno de esta cadena.
La simplificación de la PAC, que se ha vuelto muy compleja, es otra de las reivindicaciones del sector agrario incluida en las conclusiones de la Conferencia, al igual que la seguridad jurídica, para que se puedan tomar decisiones a largo plazo.
En un momento de incertidumbre presupuestaria, es clave que la PAC cuente con una financiación suficiente porque, además, se enfrenta a nuevos desafíos, como el aumento de la población, los compromisos medioambientales o el impacto de los acuerdos internacionales.
Las conclusiones de estas dos jornadas recogen asimismo que los objetivos iniciales de la PAC -entre ellos el mantenimiento de una renta equitativa para los agricultores- siguen estando vigentes, que los agricultores y ganaderos deben seguir siendo los protagonistas de las medidas de esta política y que la PAC debe reflejar la diversidad de la agricultura europea.
A partir de estas conclusiones, el Ministerio de Agricultura irá preparando la posición española de cara a la próxima reforma de la PAC, junto con las Comunidades Autónomas y el sector. Según precisó Carlos Cabanas, estas conclusiones no son definitivas ya que el Ministerio mantiene un canal abierto para que se puedan hacer nuevas aportaciones.