En la comarca del Segrià, en Lérida, se han llevado a cabo 62 batidas (en el marco del plan piloto puesto en marcha para evitar los daños causados por los conejos en los cultivos) que ha acabado con la vida de unos 3.600 animales.
El director de los servicios territoriales en Lérida del Departamento de Agricultura, Ferran de Noguera, ha presidido hoy -5 de junio- una nueva reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan Piloto de prevención y mitigación de los daños producidos por el conejo en esa comarca.
Los resultados del censo de conejos realizados en el mes de mayo permiten «una moderada satisfacción», ya que se ha observado una tendencia al descenso de la población de conejos, que han pasado de 166 ejemplares (en el primer censo) a 147, ha informado este departamento.
De esta forma, se rompe la línea de ascenso que era habitual de invierno a verano, y se espera confirmar la tendencia a la baja en el censo de verano.
Las medidas de este plan piloto se están exportando a otras zonas de Lérida en las que los conejos causan importantes daños
Según ha explicado el director de los servicios territoriales, la actual densidad de conejos todavía se considera «muy elevada» y por ello se mantendrá la situación de emergencia cinegética, y continuarán las batidas y las acciones llevadas a cabo hasta ahora por parte de los Agentes Rurales y las Áreas Privadas de Caza (APC).
Asimismo, también se ha aprobado la implementación de nuevas medidas como la elaboración de más censos, permitir que la caza de conejos se extienda durante todo el año y seguir con las vigilancias nocturnas.
Por último, Ferran de Noguera ha dado a conocer que las medidas de este plan piloto se están exportando a otras zonas de Lérida en las que los conejos causan importantes daños en los cultivos agrícolas.