Las pruebas realizadas en una explotación ganadera de Camargo (Cantabria) han confirmado la existencia de un caso positivo en encefalopatía espongiforme bovina (EEB) -conocido como `mal de las vacas locas´-.
Según la Consejería de Medio Rural de Cantabria, la detección de esta vaca afectada por la enfermedad no supone «riesgo para la salud», ni afecta «al estatus de la cabaña ganadera».
La semana pasada se detectó este caso, tras el resultado positivo a la enfermedad en una res muerta en la explotación -una hembra de raza mestiza que nació en 2002-. Las pruebas de diagnóstico se efectuaron en el marco del Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de la EEB, que establece el muestreo en todo el territorio nacional de los bovinos muertos en explotaciones -mayores de 48 meses de edad- para determinar la evolución y prevalencia de la enfermedad.
La muerte del animal se produjo el 22 de abril y, tras un primer resultado positivo, la muestra fue remitida para su análisis al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), que confirmó la enfermedad el 5 de mayo.
Después de la notificación del resultado -por la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio-, la Comunidad de Cantabria efectuó la declaración oficial del foco el día 9 de mayo.
Este es el segundo foco de la enfermedad detectado este año; el primero apareció en marzo en Castilla y León.