En la sección `A la salud por la alimentación´ del 23 de diciembre, María Muñoz Yuste, nuestra nutricionista de cabecera, nos dio una serie de consejos para ayudar a cuidarnos en esta época en la que abundan las comidas y cenas en familia y con amigos.
Hay que tener en cuenta, que la palabra clave en estas fechas es “disfrutar”. No sirve de nada pesarse todos los días, ni sentirse culpables. Debemos enfocarnos en cuidar nuestro sistema digestivo para no sentirnos hinchados o inflamados y tratar de cuidarnos para favorecer nuestro bienestar y vitalidad.
Según Muñoz, una pregunta habitual en consulta es ¿Cómo puedo controlar las cantidades de lo que como durante las fiestas?
«Lo primero es no llegar con hambre a una comida o cena de Navidad o habiendo tomado solo fruta durante el día. Y lo segundo, comer de forma consciente. Tenemos que comer tranquilos y sin culpabilidad”.
Según la nutricionista, podemos echarnos la comida en nuestro plato y de esta manera seremos más capaces de controlar lo que comemos. Mantener una alimentación consciente, implica comer con los 5 sentidos: observar colores del plato, a qué huele, si cruje o no, si está caliente o frio. Se trata de comer despacio, tranquilos, masticando bien y en equilibrio.
Bebidas alcohólicas
Asimismo, recordó que con el alcohol y los dulces, es donde se suelen cometer más excesos. Si tomamos alcohol, podemos alternar, una copa de vino con un vaso de agua. ¿Y qué tipo de bebida elegir? Hay que tener en cuenta que los destilados de alta graduación (por ejemplo, ron o whisky) aportan muchas calorías y mucho alcohol. Y entre vino blanco, tinto o cerveza, son similares.
El vino tinto aporta más beneficios gracias a su contenido en polifenoles pero, al igual que el vino blanco y la cerveza, son bebidas con alcohol, y el alcohol es un tóxico que nuestro cuerpo tiene que eliminar. Por tanto, consumir alcohol con moderación.
Dulces
También, conviene reservar la ingesta de dulces únicamente para los días de las fiestas, y no visitar a diario la bandeja de turrón. Así como no abusar de frituras y de embutidos porque dan lugar a digestiones pesadas y favorecen la retención de líquidos.
Asimismo, la nutricionistas aconsejó incluir alimentos saludables y de temporada en las comidas y cenas navideñas. Que no falten frutas y verduras. «Podemos incluir la clásica ensalada de escarola con granada, queso de cabra y nueces, unos sencillos espárragos blancos con mayonesa o lombarda rehogada con pasas y piñones».
De postre piña, que contiene enzimas digestivas, en concreto, la bromelina que ayuda a la digestión de grasas. También una infusión de jengibre y limón que ayuda a nuestro sistema digestivo y genera bienestar.
Otro consejo es mantener una buena rutina los días que no son festivos. Hacer tres comidas al día, marcando cierto orden para no estar picando continuamente. Las comidas y cenas navideñas alteran nuestros horarios, cenamos más tarde, las comidas son más largas, nos vamos a dormir más tarde y se genera lo que se conoce como “jet lag social”.
El cuerpo está desajustado y parece que tenemos hambre todo el rato, pero no es hambre real. Por tanto, «vamos a tratar de mantener nuestros horarios fijos la mayor parte del tiempo durante estas fechas».
Caldos e infusiones para una buena hidratación y depuración
El cuerpo se depura solo, pero podemos ayudarle con alimentos que tienen efecto diurético natural y que favorecen un buen tránsito intestinal. Para ello, podemos preparar caldos de verduras e infusiones y tomarlos entre horas.
Caldos depurativos naturales con alcachofas y apio, o cremas de verduras con calabacín, puerro, y cebolla. Si además los tomamos calientes nos generan saciedad. Podemos empezar el día con fruta o con un zumo de limón, apio y manzana verde. Así como tomar durante el día infusiones de jengibre, cardo mariano o diente de león. Y, por supuesto, acompañarlo de proteínas ligeras como pescados blancos, carnes blancas o huevo.
Por último, animó a mantener una vida activa. «Conviene mantenerse activos o caminar al menos 30 minutos al día a buen ritmo, y cuidar el descanso.
Dormir poco o mal aumenta la ansiedad, y muy probablemente la ansiedad por el dulce. Conviene cuidar el descanso y además, salir a tomar el sol a diario 15 minutos al día ya que la vitamina D es esencial en el proceso de depuración y salud en general.
En definitiva, nada de dietas restrictivas, disfrutar sin culpabilidad y comiendo de una forma consciente.
Escucha las intervenciones completas:
-
Consejos: primera parte
-
Consejos :segunda parte
-
Consejos: tercera parte
