Juan Pedro Medina, viceconsejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, se encargó de resolver las preguntas de los oyentes del último Consultorio de la PAC del mes de julio de AGROPOPULAR -día 30-. En concreto, respondió a la duda de Manuel Jurado:
«En la nueva reforma de la PAC, una de las opciones para ser considerado agricultor activo para una persona física, es que el 25% de sus ingresos totales procedan de la actividad agraria. ¿Esos ingresos totales son los ingresos íntegros de la actividad agraria o los rendimientos netos de los módulos o los rendimientos reducidos?»
Según Medina, uno de los requisitos para ser agricultor activo es que el 25% procedan de la actividad agraria. «Se trata de ingresos íntegros, no los rendimientos». En el caso de los ingresos de la actividad agraria se compultan las ventas de los productos, las ayudas directas de la PAC, las de desarrollo rural y cualquier ayuda nacional vinculada a la actividad agraria, incluso las indemnizaciones de los seguros agrarios.
Medidas de flexibilización
Por otro lado, la Comisión Europea (CE) adoptó la semana pasada la suspensión durante 2023 de las normas de la Política Agrícola Común que exigen la rotación de cultivos y el mantenimiento de tierras en barbecho, con el objetivo de incrementar la producción de cereales en la UE.
Sobre este asunto, Medina aseguró que «es una decisión esperada ante la situación de los mercados globales, sobre todo por la inveación de Rusia a Ucrania». Tal y como recordó, la medida elimina dos normas obligatorias para recibir las ayudas directas.
Explicó que, permite a los agricultores planificar sus siembras, no tienen por qué cambiar de cultivo o hacer cultivos diferentes en su explotación con caracter general, e incluso pueden sembrar el 4% del barbecho.
«Esa es la norma general», insistió, pero tienen que estar muy atentos porque el sistema de pagos cambia para 2023 y hay un pago muy importante, el ecorregímen, que para percibirlo tienen que respetar determinadas cuestiones.
Tendrán que rotar al menos el 50% de su explotación e incluso destinar de la parte de tierras arables un mínimo de un 10% para cultivos mejorantes entre los que se incluyen el girasol y las oleaginosas.
Medina concluyó que lo de los ecoesquemas «es un sudoku». Hay que analizarlo para que el agricultor no tenga sorpresas y planifique las siembras correctamente apra percibir el conjunto de pagos que se van a poner en marcha a partir de 2023.
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