El grupo de reflexión Momagri ha transmitido recientemente a Bruselas su propuesta de reforma de la PAC para después de 2020, que plantea la creación de un sistema de ayudas contracíclicas.
Después de que el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, manifestara su intención de “publicar el próximo verano unas opciones políticas” para el futuro de la PAC, este “think tank”, creado en 2005 a iniciativa de varias cooperativas agrarias francesas, anunció que ha presentado su “propuesta de reforma” de esta política “a Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, así como a los diferentes responsables europeos”.
“Las ayudas contracíclicas deben constituir la base de la próxima PAC”, según este grupo, que lamenta que “las únicas perspectivas planteadas” por Bruselas sean “la simplificación, la resiliencia y el modelo de exportación a bajo precio, que es como decir el modelo de desarrollo de los años 80, que ya no quieren ni los países del tercer mundo”.
En su opinión, “el reverdecimiento (que absorbe el 30% del presupuesto del primer pilar), la convergencia de las ayudas directas y el pago redistributivo para las primeras hectáreas no son los ejes de una reforma dirigida a garantizar la seguridad alimentaria de 500 millones de europeos”.
Supuestos ahorros presupuestarios y “compatibles con la OMC”
Momagri propone “otra PAC, articulada también en dos pilares, pero en la que una parte importante del presupuesto del primer pilar destinado a los derechos de pago básico y al reverdecimiento se reasignará a instrumentos de gestión de los mercados agrarios y de las rentas de los productores según una lógica contracíclica”.
Además, se “pagaría a todos los agricultores” una ayuda “Calidad Europa” de un montante estimado de 75 euros/hectárea por las diferentes producciones “sobre la base de las hectáreas cultivadas como contrapartida por los estándares de producción europeos, más estrictos”.
El “think tank” afirma que su modelo de PAC reformada generaría, con respecto a los gastos previstos, ahorros presupuestarios que podrían alcanzar los 11.000 millones de euros en el período 2016-2020 y que serían “compatibles con la OMC en el marco de las notificaciones de la UE y los compromisos adquiridos en materia de reducción de los apoyos considerados como distorsionadores”.
“Precio mínimo”, “umbral de regulación pública”, “umbral de solidaridad financiera”
Según el sistema propuesto por Momagri, se determinaría “un túnel de variación libre en el que los precios fluctúen sin ninguna intervención pública” en torno a un “precio de equilibrio considerado equivalente al precio de coste medio constatado en la UE” y revisable en función de la evolución de los costes.
El pago contracíclico que propone el “think tank” se calcularía a partir de la diferencia entre el precio de mercado constatado y un “precio mínimo (en la base del túnel)” y se concedería “por casi toda la producción sobre la base de referencias individuales en términos de rendimientos y de superficies”.
Además, “si los precios se sitúan por debajo de un segundo umbral definido por la UE -el umbral de regulación pública- se activarían medidas de regulación, entre ellas compras públicas. Estas podrían representar hasta el 4% de la producción anual (stocks de regulación) y complementarían un stock estratégico permanente de seguridad alimentaria que representaría el 2% de la producción anual, constituido el primer año de aplicación” del nuevo sistema.
A la inversa, en caso de que los precios se salgan del túnel por lo alto, la UE procedería a “operaciones de desalmacenamiento de regulación pública en cantidades controladas” y, por encima de un “umbral de solidaridad financiera”, se aplicaría una tasa variable “a la primera comercialización de productos”; los ingresos se utilizarían para alimentar un “Fondo de reserva para gestión de crisis”.