El Reino Unido ha confirmó este martes -29 de agosto-, a través de un comunicado, que aplaza a enero de 2024 la aplicación de los nuevos controles fronterizos, tras su salida del bloque comunitario, a productos animales y vegetales de la Unión Europea.
El plan anunciado oficialmente por el Gobierno supone el quinto retraso en la introducción de esos controles, que debían ejecutarse en octubre de este año.
De este modo, el Ejecutivo busca «crear la frontera más efectiva del mundo» y su modelo introduce «un nuevo régimen global para controles de seguridad y bioseguridad, que contemplan introducir controles en importaciones de la UE por primera vez empleando las libertades del Brexit para simplificar los controles de las importaciones en bienes de todo el globo».
Según Londres, estos controles mantendrán al país «seguro, defendiéndolo contra enfermedades de plantas y animales procedentes de fuera»
El comunicado de Londres señala que estos controles mantendrán al país «seguro, defendiéndolo contra enfermedades de plantas y animales procedentes de fuera, protegiendo la industria agrícola vital y la cadena de suministro alimentario».
La introducción de un régimen de control fronterizo tras el Brexit para las mercancías que ingresan en el Reino Unido del bloque europeo ha sufrido repetidos retrasos, pero las exportaciones británicas a la UE ya están sujetas a controles completos.
El periódico británico Financial Times avanzó hace unos días que este nuevo retraso responde al temor por que la burocracia adicional aumente la inflación en el país, situada en el 7,9 %, muy por encima del objetivo del Banco de Inglaterra de mantenerla en el 2 %, por lo que ha dispuesto varios incrementos en los tipos de interés.