Desde el 31 de octubre y hasta el 12 de noviembre se celebra en Glasgow, Escocia, la COP26. Esta nueva Cumbre del Clima debería confirmar los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero que se fijaron en el Acuerdo de París pero lo cierto es que algunos de los países más contaminantes no han asistido. Es el caso de China, Rusia o India. En la última emisión de AGROPOPULAR -6 de noviembre- contamos con la intervención del ex-comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, uno de los cinco grandes artífices del Acuerdo de París, que hizo balance sobre los puntos claves y las dificultades de esta COP.
Detalló que «como todas las Cumbres del Clima» la primera semana está dedicada a negociaciones muy técnicas sobre diversos aspectos de la puesta en marcha del Acuerdo de París y del único artículo que no se ha desarrollado, el que corresponde a los mercados de carbono. Este es el artículo 6 y no fue posible ni en París, ni en Katowice y está pendiente que se desarrolle en esta COP26.
A su juicio, lo más importante es que esta cumbre ha comenzado con las declaraciones de los líderes. «Normalmente hablan durante la segunda semana pero los ingleses -que son los que presiden la COP- han querido darle un impulso político de salida y más de 140 líderes del mundo estuvieron presentes y lanzaron compromisos más ambiciosos de reducción de emisiones, que son necesarios ya que ahora mismo no se alcanzarían los objetivos de París». Entre ellos, frenar el incremento de la temperatura global muy por debajo de dos grados y trabajar para conseguir el 1,5 grados.
En este sentido, Arias Cañete lamentó durante su intervención que en esta Cumbre falten agentes muy importantes en las emisiones mundiales como son China o Rusia. «Los otros líderes que sí estuvieron anunciaron muchos compromisos que luego tienen que materializarse. Si estos se llevasen al 100% a la práctica el mundo iría a una deriva próxima a 1,8 grados, y eso supondría algún avance». También hubo propuestas globales para reducir el metano -que afecta al sector agrario- en el 2030 y otras de apoyo a los procesos de deforestación y compromisos para que no se produzca en aquellos países que tienen las mayores capacidades de sumidero de carbono.
En definitiva, señaló el ex-comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, «ha sido una semana de mucha presencia política y es una COP mucho más difícil de desarrollar que otras debido a la incidencia del COVID». Este lunes -8 de noviembre- comienza la negociación política propiamente dicha donde se tienen que plasmar los compromisos con mayor concreción, añadió.
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