El Gobierno surcoreano ha confirmado el primer caso de peste porcina africana en una explotación cerca de la frontera con Corea del Norte en la que han fallecido cinco cerdos a causa del virus.
El ministro de Agricultura, Kim Hyeon-soo, ha explicado que se ha activado un protocolo que incluye el sacrificio de unos 4.000 cerdos en tres granjas -incluyendo la que acogía a los animales infectados- en torno a la localidad de Paju, fronteriza con el norte.
Además, se ha impuesto una orden que durante 48 horas prohíbe movilizar cerdos a granjas de todo el país y también obliga a todas las fabricas de piensos y mataderos surcoreanos a detener sus operaciones durante ese lapso.
Kim prometió «el máximo esfuerzo» por parte de las autoridades para evitar la propagación del virus, para el cual no hay vacunas ni cura, y explicó que se están investigando las posibles vías de contagio, que se cree originado en Corea del Norte. Sin embargo, el ministro de Agricultura indicó que «por el momento, es pronto para decir que procede del norte».
El brote surcoreano de esta enfermedad, que provoca fiebre hemorrágica en el ganado porcino y tiene una altísima tasa de mortalidad, se produce cuatro meses después de que Corea del Norte informase a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) de un primer caso que se detectó cerca de su frontera con China.
El actual brote que afecta a Asia oriental comenzó aparentemente en China, donde se detectó un primer caso en agosto de 2018 en la provincia de Liaoning (noreste del país).
Con este nuevo caso ya son nueve el número de países asiáticos afectados por la peste porcina africana (China, Hong-Kong, Corea del Norte, Laos, Myanmar, Filipinas, Rusia y Vietnam).