A medida que la desescalada avanza en España, las restricciones a la movilidad se están relajando en numerosos sectores, incluido el agrario. Aunque se mantienen las reglas de distanciamiento y de higiene, así como el uso de mascarillas y geles, los recientes brotes de coronavirus en campañas agrícolas y mataderos han puesto de manifiesto la necesidad de extremar las precauciones en este tipo de actividades.
Es el caso de Fraga (Huesca), donde se han producido algunos casos positivos entre temporeros. Fuentes del Ayuntamiento han explicado que han habilitado un pabellón para aislar a los casos detectados entre temporeros de la recogida de la fruta que compartían vivienda con otros compañeros.
En Murcia, la localidad de Totana fue la única de la región que no avanzó de fase la semana pasada, después de que 45 personas fueran aisladas por haber estado en contacto con varios jornaleros que dieron positivo por coronavirus en un rebrote.
Sobre este asunto, el representante del sector del campo de CCOO Industria, José Fuentes, ha señalado que es un claro caso de «dejadez empresarial» porque los «propios» temporeros afectados «decían que los primeros días no se guardaban las distancias de seguridad» en el bus que los transportaba, y ha asegurado que han denunciado a empresas del sector que no cumplen medidas de protección como, por ejemplo, la dispensación de geles o el uso de toallas individuales.
Aunque ha reconocido que «no es una mayoría» sí cree que hay que poner el foco en los casos existentes para atajar esas prácticas peligrosas para la salud y evitar rebrotes de coronavirus en el campo porque, si se da uno en plena recogida de frutas, pueden arruinar campañas en las que está en juego «la riqueza de muchas zonas» del país.
Por su parte, la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport) ha explicado que ha elaborado un protocolo, abierto al público y revisado por la Inspección de Trabajo, que recoge las medidas de higiene de los empleados, la prevención en los lugares de trabajo, el refuerzo de la limpieza de las instalaciones y la actuación ante la detección de síntomas.
El director de Proexport, Fernando Gómez, ha añadido que «según aumente la libertad de movimiento de la ciudadanía, será más difícil saber dónde se producen exactamente los contagios».
Mataderos
Por otro lado, el secretario de UGT del sector de Alimentación, Bebidas y Tabaco, Sebastián Serena, ha explicado que han interpuesto algunas denuncias contra pequeñas industrias cárnicas de varias Comunidades Autónomas porque «no cumplían las medidas de seguridad».
No obstante, ha añadido que salvo esos casos puntuales «no ha hecho falta» demandar a grandes empresas de la industria alimentaria, las cuales han trabajado sin descanso estos meses y actuado «con mucha rigurosidad», aplicando protocolos consensuados con los sindicatos.
Por su parte, el secretario general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic), Josep Collado, ha apuntado que los brotes de coronavirus en mataderos en España son casos «anecdóticos» porque, por ejemplo, en Cataluña «hay decenas de miles de trabajadores».
Cree que esos casos detectados «forman parten del riesgo porcentual» que puede quedar asociado a cualquier actividad laboral o personal que requiere, además, cierta movilidad para ir al puesto de trabajo. Collado ha defendido las medidas desarrolladas por los mataderos, como la colocación de mamparas, toma de temperaturas, distancia o reducción del nivel de producción.