ASAJA Sevilla ha señalado que con el 45% de la superficie cosechada los Servicios Técnicos de la organización confirman que la cosecha de cereal en esta provincia será media-baja en volumen, irregular en cuanto a rendimientos y muy buena por su calidad.
Según la organización, la climatología de esta primavera no ha favorecido el desarrollo de los cereales. El déficit pluviométrico -con un mes de marzo especialmente seco-, junto a las altas temperaturas y los vientos de levante han mermado el correcto llenado del grano y esto se traduce en una pérdida productiva. No obstante, ha añadido que «los precios al alza en los mercados internacionales suponen un aliciente que ayudará a los cerealistas a resarcirse de la merma productiva y les debe permitir salvar la campaña».
En el caso del trigo duro, que sigue siendo el cereal más sembrado en esta provincia, ha disminuido en producción y superficie. De hecho, Sevilla es la provincia en la que más desciende la superficie y las producciones. «La superficie sembrada de trigo duro en el campo sevillano es de más de 69.500 hectáreas, un 4% menos que el año anterior».
A esto se suma que los rendimientos medios obtenidos oscilan en una horquilla entre 2.600 y 2.800 kilos por hectárea, por lo que se podría hablar, a día de hoy, de una cosecha entorno a las 180.000 toneladas, un 27,5% menos que en 2020.
De acuerdo a los datos de la organización, la superficie que ha perdido el trigo duro en Sevilla la ha ganado el trigo blando y el triticale, que vuelven a crecer en extensión «como viene siendo habitual en los últimos años». En esta provincia las siembras de trigo blando superan las 65.000 hectáreas, y las de triticale crecen hasta casi las 30.000.
No obstante, los rendimientos tampoco están siendo buenos para estos cultivos, con una media entre 3.200-3.400 kilos por hectárea, dándose la circunstancia de que muchas parcelas de triticale que estaban muy afectadas se han destinado a henificación para alimentación animal.
La producción andaluza de trigo duro se reducirá en 131.000 toneladas
A nivel regional los rendimientos esperados son ligeramente mejores. No obstante, la producción final andaluza de trigo duro se reducirá también como consecuencia de la reducción de superficie (8.000 hectáreas menos en Andalucía) y la escasa pluviometría.
Los Servicios Técnicos de ASAJA Sevilla estiman que la producción andaluza de trigo duro se reducirá en 131.000 toneladas con respecto a la campaña pasada, y no superará las 482.000 toneladas, casi un 21% menos que la campaña de 2020, aunque han resaltado que lo mejor de la presente campaña es la calidad del trigo. «Estamos ante una campaña de menos kilos pero de buena calidad. Ha quedado atrás el problema del maculado, que depreció considerablemente el cereal en la pasada campaña».
Finalmente, la organizacion agraria ha celebrado que los agricultores cuenten ya desde el inicio de la siega con una referencia para el trigo duro y para el resto de cereales. La lonja de Sevilla inició sus comisiones de precios para el cereal de nueva campaña el pasado 18 de mayo y en la última, la celebrada el 1 de junio, fijaba en 260 euros la tonelada para el grupo 1 de trigo duro, 255 €/t para el grupo 2 y 250 €/t para el grupo 3. Cotizaciones superiores a las de la pasada campaña y más en línea con las que se barajan en los mercados internacionales, ha concluido ASAJA.
