La cosecha de cereales de invierno de este año rondará los 15,7 millones de toneladas de grano, según las estimaciones de ASAJA, que señala que es una cifra «en la media» de los últimos diez años tras el «descalabro» del año anterior, aunque con una producción desigual según las zonas.
A pesar de estos datos, ha precisado la organización agraria, hay zonas productoras en las que la sequía ha provocado un «gran impacto» y las producciones se verán «muy mercadas». Es el caso de Cataluña, algunas zonas de Aragón, la provincia de Albacete y el sureste peninsular, de acuerdo a sus datos.
Según los cálculos de ASAJA, se prevé una producción de 5,70 millones de toneladas de trigo blando; 712.000 toneladas de trigo duro; 7,42 millones de toneladas de cebada; 1,04 millones de avena; 189.000 toneladas de centeno y 638.000 toneladas de triticale.
Hay zonas productoras en las que la sequía ha provocado un «gran impacto» y las producciones se verán «muy mercadas»
La organización ha insistido en que se trata de un año «muy desigual» en cuanto a producciones, con zonas en las que los rendimientos son «muy buenos» y otras en las que los efectos de la sequía se verán reflejados en «pésimos resultados», situación que incluso se puede registrar en la misma provincia o comarca.
Además, «ha habido muchos casos de plagas y enfermedades en los cultivos», algo que se incrementa «cada año» debido a que imposibilidad de hacer quemas controlas de rastrojo y la prohibición de materias activas, han subrayado desde la organización.
Sobre los costes de producción, los productores han previsto que sean «muy elevados», mientras los precios pagados a los agricultores «siguen siendo bajos». Aún se mantiene mucho grano almacenado de la pasada campaña para evitar vender a pérdidas, una situación que, han denunciado desde ASAJA, resulta «insostenible» para los productores.
El escenario que ha descrito la organización refleja unas expectativas «inciertas» respecto a los precios, con la recuperación «en entredicho» a expensas de lo que ocurra en los mercados internacionales. «Los precios nos vienen marcados por los puertos y son los grandes compradores los que están presionando los precios a la baja».
Desde ASAJA consideran prioritario que la Ley de la Cadena Agroalimentaria se aplique también para el mercado de los cereales y se haga con rigor ya que los agricultores no pueden seguir manteniendo su actividad productora y vendiendo el cereal, en muchos casos, a pérdidas.