En su informe de finales de junio, el Consejo Internacional de Cereales (CIC) revisó a la baja sus previsiones de producción mundial de cereales para la presente campaña 2023/24. Sin embargo, en el publicado el 20 de julio ha elevado las cifras que manejaba hasta un volumen récord de 2.297 millones de toneladas.
Este incremento se debe a la mejora de las previsiones de cosecha mundial de maíz, que podría aumentar en 64 millones de toneladas respecto a la campaña anterior, hasta los 1.220 millones de toneladas, así como de las perspectivas para el sorgo. Esos aumentos compensan con creces la caída prevista en la producción de trigo, cebada y avena.
El CIC espera asimismo una demanda mundial récord de cereales, de más de 2.300 millones de toneladas, con incrementos respecto a la campaña anterior tanto en consumo en alimentación animal (+2,2%; 1.040 millones de toneladas) como humano (+1%; 764 millones) y uso industrial (+1%: 369 millones de toneladas). Dado que la demanda superará la producción prevista para la campaña, las existencias al final de la misma se reducirán, por séptima campaña consecutiva, en unos 10 millones de toneladas.
Un nuevo récord de cosecha de soja que dependerá de Argentina
En lo que respecta a la soja, para la campaña 2022/23 se estima una producción récord de 368 millones de toneladas debido a que la importante cosecha brasileña compensará con creces los descensos en otros países productores, entre ellos Argentina. De cara a la campaña 2023/24 el CIC apunta a un incremento significativo de la producción mundial y a un nuevo récord de 400 millones de toneladas, que dependerá de que se recupere la producción argentina.
En cuanto al arroz, el Consejo espera también un volumen histórico en 2023/24 debido a las buenas expectativas de cosecha en los principales países productores de Asia y América. Esa abundante cosecha permitirá cubrir el consumo y mantener las existencias.